El pintor sevillano que hizo de El Viso sus particulares campos de Castilla falleció este domingo por la mañana a los 74 años. Pintor autodidacta con todas sus consecuencias. "Retraído, reservado, íntimo, introvertido", lo describe su amigo el también pintor Juan Valdés. "Los paisajes pictóricos eran su mundo". 

Su atención a la vega de El Viso, con su diversidad de colores y matices, con su atmósfera esencialmente luminosa, conformó el centro de una buena parte de sus obras. 

Desde que su familia se marchó de este municipio cuando él tenía 13 años, no volvió a dormir aquí, pero El Viso nunca se fue de sus sueños pictóricos: "Mi pintura es un ejercicio de ensoñación, de recuerdo de la infancia. En mi pueblo nació ese microcosmos de paisajes monótonos y de horizontes sugerentes, por no decir lejanos, que suena a película", declaró a este periódico cuando le concedieron el título de hijo predilecto de El Viso del Alcor, en 2001. 

Roldán, en sus inicios, se sintió muy atraído por los impresionistas franceses y, con el tiempo, la fascinación la volcó en las marismas y atmósferas de Turner. Él mismo llegó a admitir que nunca acudió a una academia de arte, sino que aprendió colorido y perspectiva en el estudio del escultor Antonio Gavira, "como hacían antes los pintores". 

El sevillano llevó el paisaje de El Viso, la esencia visueña, por Londres, Nueva York, Estrasburgo, Madrid, Barcelona o San Sebastián, algunas de las ciudades en las que expuso su obra. Incluso, un cuadro suyo presidió el restaurante que La Taberna del Alabardero abrió en Donosti, y que luego cerró por la presión abertzale. 

Su obra forma parte de importantes colecciones y cuelga en las paredes de entidades como Endesa y Telefónica, además de en los Palacios de Las Dueñas y Liria de la Casa de Alba, en el palacio de Buckingham y en embajadas como la de España en Londres o la de España en la Unión Europea en Estrasburgo, entre otras. También poseen obras de Juan Roldán la familia Real Española por su amistad con la madre del rey Juan Carlos, a la que le pintó abanicos y algunos paisajes. 

La Diputación de Sevilla, el Ayuntamiento de El Viso o varias consejerías de la Junta de Andalucía también custodian su trabajo. 

Su nombre va unido, además, a una gran colección de carteles sobre las fiestas y ferias de Sevilla, en los que reflejaba el alma de las tradiciones de la ciudad. La Semana Santa, la Feria de Abril, el Corpus Christi o el centenario del Sevilla Fútbol Club en 2005. Los carteles eran los únicos trabajos que hacía por encargo. "Era un pintor que hacía carteles, no un cartelista que pintaba", apunta su compañero Juan Valdés. Estos trabajos, continúa su amigo, "marcaron una buena factura artística", y ,sin embargo, "no participaba de los grandes actos y fiestas folclóricas", imperaba su personalidad retraída. 

En su palmarés destaca el premio Trepo de Pintura, que recibió en 1987; el de Fitur y el Premio de la Real Maestranza de Sevilla, en 1992; y el Premio de San Miguel de El Viso del Alcor en 2001, el mismo año en el que el Ayuntamiento visueño instituyó un certamen nacional de pintura con el nombre del artista. 

El alcalde de El Viso, Manuel García, expresó este domingo el dolor de su pueblo por el fallecimiento de este "visueño excepcional que tanto valor y riqueza ha sabido dar a nuestra luz y que ha sido embajador con sus pinturas de nuestra esencia y nuestra cultura". Las banderas del Consistorios ondeaban ayer domingo a media asta. 

En la misma línea, Juan Ignacio Zoido, primer edil sevillano, también recordó al artista vía Twitter: "Siempre decía que Sevilla se lo había dado todo pero él aportó mucho a la ciudad. Descanse en paz". Su legado mantendrá ahora viva su obra y la calle que robó al general, su recuerdo.

Lamento mucho la pérdida del gran pintor Juan Roldán. Siempre decía que Sevilla se lo había dado todo pero él aportó mucho a la ciudad.DEP.

— Juan Ignacio Zoido (@zoidoalcalde) diciembre 14, 2014