Cultura

Intimidades y escenografías: un mapa

  • La Biblioteca Infanta Elena acoge 'Renglones de luz', una serie de imágenes en las que Juan María Rodríguez retrata a un conjunto de autores andaluces

En la terraza de su casa de Rota, Luis García Montero cierra los ojos y sonríe ensimismado, como si se detuviera a oír la sonoridad del mar próximo. Aurora Luque aguarda, con la barbilla apoyada sobre las manos, su gesto reflexivo, en el bar de una estación: el observador se pregunta si acaba de llegar de un viaje o por el contrario tomará pronto un tren. Antonio Rivero Taravillo se exhibe, como inesperada mercancía, sentado en el escaparate de la Librería La Extra Vagante. Son sólo tres de los retratos que ha realizado el periodista cultural Juan María Rodríguez (Almería, 1962) para Renglones de luz, un conjunto de imágenes en las que el autor forma, con su cámara, un completo puzle de la literatura andaluza. Casi una cuarentena de poetas y narradores de la comunidad autónoma posan para Rodríguez en las fotografías que hasta finales de esta semana pueden verse en la Biblioteca Infanta Elena, que acoge esta muestra promovida por el Centro de Estudios Andaluces con la colaboración del Centro Andaluz de las Letras.

Aunque algunas escenas recuerdan a los universos creativos de algunos autores -la temática urbana de Pablo García Casado parece encontrar una prolongación en su retrato, tomado en la moderna, pulcra, fachada de un centro de salud; Hipólito G. Navarro se sitúa bajo el azulejo de un Cristo en una estampa enigmática y genial como uno de sus cuentos; el veterano Pablo García Baena dialoga con la tradición en la intimidad del dormitorio que hizo su padre, ebanista-, el visitante no siempre encontrará paralelismos evidentes entre la semblanza del personaje protagonista y su obra. Javier Mije, dueño de una prosa taciturna, sujeta juguetón en su fotografía una colorida pistola de agua; Caballero Bonald es inmortalizado en su casa de Sanlúcar, pero el plano cerrado descarta la posibilidad de colocar al autor frente a los contornos de su querida Doñana, la Argónida de sus narraciones. Rodríguez defiende que la fotografía "comparte con la literatura su capacidad para construir narraciones", y firma en Renglones de luz relatos que escapan de lo obvio, con los que explora la vida doméstica o se decide por vistosas puestas en escena. Jacobo Cortines, Julio Manuel de la Rosa y Eva Díaz Pérez se rodean de libros: los primeros son retratados en sus estudios y la última junto a una montaña de volúmenes que se alza desde el suelo. Unos esquivos Sara Mesa y Coradino Vega asoman entre la penumbra de un garaje o un piso, mientras que Pablo Aranda comparte espacio con la sombra de un niño que juega a la pelota.

Rodríguez, que actualmente trabaja en el programa de televisión Ideas al sur, traza así un mapa diverso de la creación literaria andaluza, en el que conviven maestros como Pilar Paz Pasamar y Rafael Guillén, autores consagrados como Juan Cobos Wilkins, Justo Navarro y Juan Eslava Galán o las voces más jóvenes de Carmen Camacho, Lara Moreno y Juan Manuel Gil.

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