La Fundación Cristina Heeren, la prestigiosa escuela de cante, baile y guitarra que atrae a Sevilla cada año a numerosos estudiantes de flamenco de todo el mundo, trasladará su sede al número 76 de la calle Pureza. Las obras de reforma del edificio ya han comenzado -en agosto pasado- y está previsto que su plazo de ejecución concluya en un año, de modo que las nuevas instalaciones, que cuentan con un total de 1.500 metros cuadrados construidos, abran sus puertas en el corazón de Triana coincidiendo con el 20º aniversario de la creación en 1996 de esta entidad privada sin ánimo de lucro por la mecenas norteamericana.

Según la propia Cristina Heeren, su intención es "poder reunir a todos los alumnos bajo un solo techo, ya que nuestro método de enseñanza le da mucha importancia al trabajo en equipo". La presidenta considera además "un sueño" el hecho de radicar su proyecto en este barrio sevillano esencial en la historia y desarrollo del arte jondo.

El proyecto de reforma del inmueble, diseñado por el estudio Balbontín Arquitectos, prevé un total de diez aulas de distinto tamaño, tipología y equipamiento; recepción, secretaría, patio, salón de actos, vestuarios y almacenes, más zonas de administración en la parte del edificio que da hacia la calle Pelay Correa.

Del inmueble actual, que fue obrador y despacho de confitería hasta 2006, se conservarán la fachada y la azulejería interior. El plazo previsto de la obra, que acometerá la constructora Sanor, es de 12 meses. Los trabajos en el edificio, levantado en los años 60, comenzaron el pasado agosto tras obtener la licencia, cuya tramitación administrativa se ha demorado un año y tres meses, "cumpliendo de forma exhaustiva todas las especificaciones nacionales, autonómicas y municipales en materias urbanística, de afección patrimonial, impacto medioambiental y, especialmente, de normativa acústica", precisó ayer la Fundación Cristina Heeren.

La iniciativa cuenta, como la totalidad de los proyectos desarrollados por la Fundación, con financiación cien por cien privada. La entidad aportaría así a la ciudad una nueva infraestructura cultural y educativa en un barrio que tiene además una importante tradición docente por tener allí su sede escuelas como la de Matilde Coral.

La historia de la Fundación Cristina Heeren comenzó en 1996 en el Barrio de Santa Cruz, en la Casa de Pérez Comendador. Diez años después trasladó su sede central a Heliópolis, aunque pronto necesitó un aulario adicional para baile, que se situó en El Juncal. "La separación ha venido dificultando la aplicación del plan académico de la escuela, con un método de enseñanza basado en la cooperación entre alumnos y profesores de las tres especialidades: cante, baile y guitarra. De ahí la necesidad devolver a centralizar todos los departamentos en un único edificio", recalcan. La apertura de la sede de la calle Pureza supondrá así el comienzo de una nueva etapa para esta Fundación sin ánimo de lucro que, en los últimos 19 años, ha formado a más de 6.000 estudiantes con un plan académico único orientado a la profesionalización. En sus aulas han impartido clases maestros de la talla de Naranjito de Triana, Manolo Soler, José de la Tomasa, Calixto Sánchez, Esperanza Fernández, Milagros Menjíbar, Javier Barón, Niño de Pura, Pedro Sierra, Eduardo Rebollar o Paco Cortés, entre otros.

Además, un alto porcentaje de alumnos ha emprendido carreras muy exitosas tras superar su formación en esta escuela, como Rocío Márquez, India Martínez, Manuel Lombo, Argentina, Yasmin Levy, Luisa Palicio, El Choro, Lucía la Piñona, Alberto Sellés, Manuel de la Luz o Raúl Cantizano. Por esta labor, la Fundación ha recibido la reciente Medalla de Oro del Festival Flamenco de Lo Ferro 2015 o el Premio Nacional de Enseñanza 2012 de la Cátedra de Flamencología de Jerez. Ahora su reto es lograr el reconocimiento académico de los estudios de flamenco, para lo que ha dado un primer paso con la introducción, en este curso 2015-16, del cante, el baile y el toque en el Bachillerato de Artes Escénicas del IES Carmen Laffón de San José de La Rinconada.