Cultura

Atrapados en el bucle mágico

  • Holögrama, dúo gaditano residente en Granada, presenta hoy en la sala Fun Club junto a David Cordero su último trabajo, 'Magic Inside', editado en cassette por el sello Knocturne Records

"Tocaba la batería en un grupo de krautrock con unos colegas, Gitaners. Escuchábamos a Wooden Shjips, a Cave, y nos salían temas de 15 minutos, cosas muy brutas. Pero me quedé tan enganchado con ese rollo que ya no me era suficiente lo de ensayar una vez por semana. Así que me puse a investigar por mi cuenta en casa, con un teclado Casio y un programa para el ordenador, allá por 2010", cuenta vía telefónica Francisco Borja, alias Cráneo Prisma, el hombre tras Holögrama. Responde desde Granada, donde estudia Bellas Artes, aunque tanto él como su compinche en el grupo, Carlos Alcántara, alias Thylakos Solrac, proceden de la Bahía de Cádiz. El primero es de San Fernando; el segundo, de Chiclana. "Los dos tenemos ahora 26 años. Nos conocimos hace tiempo en una jam session en su pueblo y luego coincidimos aquí en un concierto. Me costó reconocerlo, porque ya no tenía melena", bromea Francisco sobre Carlos, estudiante de chino y hebreo.

Holögrama saltó de la nada absoluta a una (muy) relativa exposición en el escaparate underground internacional con la edición el pasado 2014 de Waves, un álbum con seis canciones publicado exclusivamente en vinilo por el sello de Chicago Trouble In Mind Records, hogar de ilustres outsiders como Jacco Gardner o Limiñanas. Y con unánimes reseñas elogiosas a uno y otro lado del Atlántico, a menudo coincidentes en el poderoso carácter hipnótico de su contenido, en algún punto de intersección entre la psicodelia y aquel rock reiterativo de origen germano. "Después de Gitaners empecé a grabar cosas yo solo, sin ninguna pretensión. Eran canciones instrumentales, largas, incluso más kraut... Pero luego me di cuenta de que me apetecía cantar y hacer temas que pudiera llevar al directo. En ese momento asumí que quería hacer algo para el público: la gente no va a entender tanto que te pegues veinte minutos con un bucle como que encima de ese bucle cantes y le des un poco de cobita", rebobina Francisco.

"Fue suerte", asegura del fichaje por la discográfica estadounidense. "Ya había subido el disco a bandcamp y hecho una tirada en CD-R que moví yo mismo. Empecé a contactar con sellos que me resultaban interesantes y entre ellos estaba Trouble In Mind. A mí mismo me parecía un disparate tantearlos, pero no perdía nada con escribirles. Y al final resultó que sí. Ya te puedes imaginar cómo me puse de contento…", apunta.

Pero, más allá de la singularidad de debutar en esas condiciones, la proyección de Waves, de nuevo relativamente notable en el circuito underground nacional, se debe al entusiasmo que provoca entre sus oyentes, incluidos los del colectivo Familia Palmer, la voluntariosa agencia de booking que, representando a bandas dispares como M.O.R., El lobo en tu puerta, Kill Kill o Detergente Líquido, ha puesto de golpe a la escena gaditana en el mapa de la música independiente. "Esta claro que son quienes se han preocupado de moverlo todo. Sin ellos, y sin Trouble In Mind, es evidente que esto no hubiera llegado a ningún lado. Se hubiera quedado en algo anecdótico y no hubiéramos pasado de dar cuatro o cinco conciertos este año. Porque yo, para buscar conciertos, soy un poco desastre", reconoce Francisco.

Y tras años de aparente sequía, ¿de dónde surgen de pronto propuestas tan atractivas? "Escenas hay en todos lados, lo que ocurre es que no se ven -asegura-. La suerte que hemos tenido nosotros es que hemos encontrado en Familia Palmer a un grupo de personas que se ha juntado y ha dicho ¡Es que aquí hay cosas! Lo que han hecho, simplemente, es sacarlas a flote. Yo he tocado en grupos de San Fernando desde 2008, grupos de post-rock, de ambient, de math-rock, de drones... Cosas que no te imaginas que se hacen allí, que no llegan a ningún sitio, pero que están ahí. Lo que ha hecho Familia Palmer es coger a la gente más predispuesta y hacerla visible".

Esa visibilidad se ha concretado en una larga lista de conciertos por todo el país y en diversos proyectos de grabación con resultados a corto y medio plazo. El primero de ellos, ya disponible, es Magic Inside, una cassette con cuatro cortes registrados junto a su paisano David Cordero -Úrsula, Jacob…- que pone en circulación el sello sevillano Knockturne Records. "Nos conocíamos de San Fernando y poco a poco fuimos entablando amistad -explica Francisco-. Le interesaba lo que estábamos haciendo y nos propuso sacar algo en Knockturne. Aceptamos, por supuesto. En principio no pensábamos que fuera a ser un disco entre tres personas, pero una vez que empezamos terminó siendo una colaboración. Y tan contentos".

La propia evolución del dúo, y la participación de Cordero, marca distancias con Waves: ganan peso las guitarras y el sonido se hace más denso, tanto en las largas incursiones psicodélicas -Embrace The Light y Sweet Breaking Dawn- como sus concisos pildorazos rock -Levitation y, sobre todo, Fire-. El compacto acabado, en suma, contrasta con el espíritu amateur del aquel primer álbum. "Creo que lo que ha aportado David es su punto de vista -reflexiona Francisco-. Y la magia... De hecho ha influido en el propio título del disco. Carlos y yo estábamos con la broma de sus campanitas mágicas, de sus ambiente mágicos, que suenan a lo largo del disco, y al final está en el título. Lo que queda suyo son los ambientes y el sonido, porque es evidente que es muy diferente. Waves surgió de manera improvisada. Fue la captura de un momento concreto. Magic Inside también lo es, pero lo es de un momento con mucho mayor conocimiento de lo que estábamos haciendo".

La limitadísima edición, apenas cien copias, es testimonial. El recorrido de trabajos así está en otro lado. "La propuesta, desde el principio, era hacer una cassette. Y nos pareció buena idea, nos gustó. Yo, de hecho, tengo una buena colección de cassettes. Me parece un formato curioso por su sonido y por su estética, muy bonita. Es algo, no sé, muy íntimo -comenta Francisco-. Es el objeto. Y una vez que se acabe... Es como los fanzines: llevo muchos años haciéndolos y nunca he reeditado ninguno. Cuando se acaban, el que lo tenga, bien, y el que no... Nos gusta ese fetichismo. El disco quedará en la memoria de internet, pero tener el objeto mola. Es una cuestión bastante friqui. Ya no se venden cassettes comercialmente, así que sacar una cassette es friqui, pero sacar cien copias es puro friquismo".

Holögrama volverá pronto al estudio para grabar tres nuevos cortes -parte del premio como ganadores, junto a los granadinos Dolorosa, de la última edición del concurso Desencaja del IAJ-, pero en la recámara ya guardan otra entrega. "Tenemos grabado y masterizado un nuevo disco, aunque no va a salir con Trouble In Mind -desvela Francisco-. Dicen que les suena muy diferente a Waves. Bueno, no es nada que no vayas a ver en un directo nuestro actual, más duro y guitarrero, quizás recordando un poco a Moon Duo, a Spacemen 3... Por ahí van los tiros. La última canción dura 15 minutos…". Vaya, como las de Gitaners. Otro bucle. Seguro, en cualquier caso, que no se queda mucho tiempo en la recámara.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios