Al entrar en Espacio Iniciarte, el visitante de la muestra Afterpost. Más allá de la fotografía se encuentra con una interesante declaración de principios sobre las intenciones de la exposición. Una obra de Eugenio Ampudia simula una estantería repleta de libros, sobre ella se proyectan imágenes de pequeñas llamaradas. Si el espectador se acerca, puede observar que todas las publicaciones que recogen los anaqueles versan sobre la fotografía, y el fuego que les ronda refleja la necesidad de replantear los conceptos existentes sobre esta disciplina artística. Apenas a unos metros, un vídeo enmarcado de Gabriella Gerosa, Retrato de mujer joven, se exhibe como "un trampantojo contemporáneo". Recuerda, en un primer vistazo, una pintura renacentista; contemplada más detenidamente, la pieza parece una fotografía, pero esa imagen fija es realmente un vídeo.

Afterpost, que fue presentada ayer por la directora general de Museos y Promoción del Arte, Inmaculada López Calahorro, y que estará abierta en la antigua Iglesia de Santa Lucía hasta el 27 de julio, indaga en "cuáles son los límites de la fotografía, qué hay alrededor", explica el comisario Sema D'Acosta. "No es una reflexión que sea nueva, ya que desde los años 60 empieza a dudarse de los límites de la fotografía, pero la exposición sí es novedosa en el sentido de que por primera vez esta reflexión es el argumento de la muestra", opina el especialista. El catálogo, que reúne creaciones de 32 artistas, combina a siete fotógrafos extranjeros -entre ellos la portuguesa Helena Almeida y la norteamericana Sherrie Levine- y cinco creadores españoles con una veintena de autores andaluces de diferentes generaciones, desde los veteranos Carlos Pérez Siquier y Luis Gordillo hasta los jóvenes Carlos Aires, José Miguel Pereñíguez, los MP & MP Rosado y Juan del Junco.

El conjunto "no cuestiona la fotografía, porque la fotografía perdurará", sostiene D'Acosta, pero "toma el pulso" al estimulante momento que vive este ámbito en su falta de fronteras claras y en su diálogo con otros formatos. Nada es lo que parece en Afterpost: Sherrie Levine cuestiona el concepto de autoría al retratar de nuevo imágenes de Eugene Atget, en una serie que, a su vez, dialoga en la misma sala con trabajos de Jacobo Castellano; Sergio Prego transforma un elemento incorpóreo como el humo en un volumen gracias a cientos de fotos tomadas por cuarenta cámaras; en la mirada de Rogelio López Cuenca, el vídeo y la fotografía se entremezclan y hacen colisionar dos imaginarios, el de un anuncio de Versace y un cuadro del italiano Giuseppe Pellizza. Afterpost reserva espacios para la sorpresa hasta fuera del recinto de Iniciarte: expone obras de Lucas Gómez y Pérez Siquier en el Hotel Plaza Santa Lucía, y un vídeo de Manolo Bautista en el Bar El Pelícano.