Han sido diez años de "trabajo duro", siguiendo siempre las mismas directrices, el apoyo a los compositores "jóvenes y nuevos", y lo más importante, dice Ignacio Torner, uno de los miembros de la formación de música contemporánea Taller Sonoro, es que ha habido recompensa. Esta noche, a partir de las 20:30, celebran el redondo aniversario con un concierto gratuito en el Centro Cultural Cajasol (Laraña, 4), donde interpretarán obras que han "significado mucho" en la trayectoria del grupo, compuestas por autores que son ya amigos, todos ellos ganadores del Premio Nacional de Música.

La sevillana afincada en Berlín Elena López ha sido recientemente la última en sumarse a esta lista. Su obra Gramática de lo indecible, estrenada hace un par de años por el propio Taller Sonoro, sonará hoy en la sala Joaquín Turina junto con Trayecto líquido, de César Camarero, madrileño pero residente en Sevilla desde hace años; una de las obras de José María Sánchez Verdú inspirada en la Misa de Notre Dame de Guillaume de Machaut; y El arte de la fiesta, una de las composiciones más relevantes de José Manuel López López, quien se inspiró para escribirla en una serie de poemas japoneses.

"El mayor placer en estos años ha sido poder trabajar con un compositor su obra desde la raíz", dice Torner (piano), quien al lado de Guillermo Martínez (saxo), Xavier Gil (violín), Mery Coronado (cello), Camilo Irizo (clarinete), Baldomero Lloréns (percusión) y Jesús Sánchez (flauta) ha ofrecido en esta década casi un centenar de conciertos, varios de ellos fuera de España (desde Berlín a Lima pasando por París o Roma) y fundó el mes pasado en el Conservatorio Cristóbal de Morales el Laboratorio de Electrónica Musical de Andalucía.