Aunque está por confirmar que el fuerte viento que el Domingo de Resurrección provocó la caída de una casilla, arrancó olivos y causó daños en una zona de merenderos de Lantejuela fuera un tornado, un fenómeno muy parecido provocó también impactantes daños en la vecina localidad de Marchena, aunque en otra zona distinta, hacia la carretera de La Puebla de Cazalla.

Fue igualmente el domingo por la tarde y según confirmó el regidor, Juan Antonio Zambrano, arrancó de cuajo un olivo y afectó de forma importante al cerramiento de una empresa de terrazos ubicada en la zona. Parte de la valla metálica se elevó varios metros sobre el suelo y quedó incluso colgada del tendido eléctrico.

Pese a la cercanía a la carretera no se produjo ningún herido, porque los trozos metálicos no impactaron contra los conductores. Un vecino logró fotografiar el remolino de viento que se formó desde una casa cercana.

Fuentes de la Agencia Estatal de Meteorología en Sevilla destacan que estos fenómenos no se pueden predecir y la única forma de constatarlos es a posteriori, evaluando la proporción y la disposición de los daños, en senderos. También son claves los testimonios de quienes lo han podido ver. Se trata además de incidentes muy localizados. El pasado domingo, se daban en la provincia las condiciones meteorológicas en las que pueden aparecer, al igual que granizadas y tormentas. En Lantejuela no hay fotografías, pero el guarda de un coto de caza asegura que vio el remolino.

En Marchena también cayó una importante tromba de agua el lunes, 40 litros por metro cuadrado, en poco tiempo, que causó algunas inundaciones y otras incidencias.