Provincia

Bautismo en el Guadiamar

  • Sevilla-Salvador fue la última que ayer pasó por el Vado del Quema, en el término municipal de Aznalcázar · La ausencia de lluvias y las altas temperaturas le restaron brillantez a la estampa fluvial

TOQUES de diana en Lópaz y en Pozo Máquina, ya en los terrenos que la hermandad de Triana tiene en la Raya Real. Las melodías de Javier Castro, tamborilero de la hermandad de la Macarena. "Hay muchos toques: el de diana, el de sesteo, las paradas, los rosarios, las misas, las entradas en los pueblos, el toque del Ángelus".

Son veinte caminos en el historial de Javier, que el resto del año es auxiliar administrativo. En la peregrinación, ejerce de tutor rociero de Antonio José Martínez Montilla, siete años, todo un rociero último modelo. No sólo toca la flauta y el tamboril, "habrá que hacer escuela", dice su maestro de este pequeño saltamontes, también sabe llevar yuntas de bueyes y se fija en toda la mecánica de los tractores.

Los carteles recuerdan que el vado del Quema, bastante seco por la ausencia de lluvias y las altas temperaturas, está ubicado en el término de Aznalcázar. Son aguas del río Guadiamar, el Éufrates de la mesopotamia marismeña. Aquí confluyen muchos ríos. "Amigos del Genil", se lee en una de las carriolas de Puente Genil. Con ellos viene un grupo de Casariche, pueblo en las lindes de Sevilla, Málaga y Córdoba bañado por el río Yeguas, afluente del Genil.

Sevilla-Salvador es la última en pasar por el Quema. Bautizan a María Jiménez. Antes entró Mairena del Aljarafe. Javier, el tamborilero de la hermandad de Macarena, busca nuevos territorios. El campo se convierte en un insólito parking de carruajes. "Llevo once años viniendo al Rocío y no me suena lo de cañada de la Marisma Gallega", dice un joven guardia civil. Le sonará a pulpo y muñeira, pero allí está el cartel, aunque en otras zonas aparece como Cañada Real de los Isleños.

El Quema invita a la salve. Actores y espectadores en un mismo compromiso. Todos los viernes previos al domingo de Pentecostés, estos practicantes del mountain bike cogen sus bicicletas y hacen la etapa Sevilla-El Quema. Les sorprende el avituallamiento de botellines. Son media docena, todos ellos funcionarios, miembros del club Los Zoyaos. Hicieron un alto en el puente romano de Aznalcázar para un aperitivo y unas fotos y allí se les sumó Paco Mendoza, que venía por libre desde Espartinas. "Y ahora me voy a hacer el camino de Santiago".

Saben que Menchov tiene la maglia rosa del Giro de Italia. Comparten con los peregrinos el gusto por estos territorios que no vienen en los mapas oficiales. El sol es inmisericorde en la Baja Andalucía. Tres camiones del ejército de Tierra se incorporan a la logística. El trabajo de la Guardia Civil, hermandad oficiosa del Rocío, es encomiable, insustituible. Unas señoras de Bollullos del Condado ejecutan un baile tribal y cuando pase Sevilla volverán para su pueblo.

Expertos en vías, ahora hacen caminos. Tres de los once hermanos Contreras forman parte de un cortejo de peregrinos que van a su aire. Cogieron bien temprano la sombra de un álamo gigantesco que han convertido en palco de esta eclosión de convicciones fluviales. No diga crisis, diga Möet Chandon. Un tentempié bajo el álamo y comida posterior en los pinares. Manuel, Bernardo y Dionisio Contreras representan el pabellón familiar. Manuel agasaja a sus invitados con croquetas y tortilla de patatas que con las horas del alba preparó Setefilla, su esposa loreña. Manuel es presidente del grupo Azvi, empresa más que centenaria que preparó los caminos para la hermandad del ferrocarril, el caballo de hierro que revolucionó las películas del Oeste.

El Rocío es una diputación provincial de facto. Un romero de Casariche ve pasar el simpecado de Mairena del Aljarafe; un ciclista de Espartinas escucha la historia de Morón que cuenta uno de los Contreras, relativa a uno de sus invitados, José María Villalón. "Con el oro que su abuelo, primo del poeta y ganadero, se llevó de Morón se compró treinta cortijos en Extremadura". El llorado Rafael Álvarez-Colunga -el primer Rocío sin el Lele se le hará cuesta arriba a muchos de sus amigos, a tantos que nos beneficiamos de su primoroso sentido de la hospitalidad- le envió a este Villalón extremeño un documento sobre sus ilustres antepasados.

Luis Cuervas Real, hijo de quien fuera el presidente del Sevilla que resurgió de sus cenizas, contempla el paso de los romeros. "Que yo sepa, Javi Navarro hace el camino con Paterna del Campo y Renato alguna vez ha venido con nosotros". El equipo hace otro tipo de camino: va Camino Soria, homenaje que Gabinete Caligari le hizo a Antonio Machado cuando fichó por el Numancia.

Los ciclistas han comenzado la etapa de vuelta: Nino, Emilio, Jesús, José Luis... Las bicicletas son bueyes aerostáticos. En el puente romano de Aznalcázar se cruzarán con algún romero rezagado. El tamborilero de Macarena y su discípulo tocarán hoy diana en Pozo Máquina. El agua invita a pocos bautizos. La aldea está cada vez más cerca. Cada vez menos aldea. Capital real de Andalucía, quizás una de las manifestaciones en las que más se ponderan las afinidades y menos pesan los agravios de campanario. La Virgen del Rocío es referencia de equilibrio, de moderación. Almonte duerme con el despertador en la rocina.

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