La zona básica sanitaria de San Juan de Aznalfarache implantará a partir de mañana lunes, 17 de enero, un nuevo modelo de Urgencias y Emergencias a nivel de la Atención Primaria. El proyecto piloto consistirá en crear un nuevo equipo móvil formado por un enfermero y un celador conductor para atender los casos más banales con el objetivo de reducir las demoras en la respuesta asistencial.

El sindicato de Enfermería Satse aplaude el nuevo modelo pero advierte que el Distrito sanitario Aljarafe no ha contratado a personal alguno para crear este equipo, de modo que será el enfermero del centro de salud en San Juan de Aznalfarache el que tendrá que trasladarse para asistir a los enfermos a domicilio. "Con ello, la atención de Urgencias en el propio centro se verá sin enfermero y el resto de la plantilla tendrá que asumir sus funciones", advierte Reyes Zabala, portavoz en Sevilla del Satse, que prevé un aumento de la presión asistencial en el centro de salud.

La central que representa a los enfermeros lamenta además que este proyecto piloto se inicie esta semana "de manera improvisada y sin contar con los protocolos negociados con los sindicatos". Zabala advierte que todas las actuaciones, así como cualquier cambio en el modelo asistencial de las Urgencias y las Emergencias deben estar claramente protocolizadas para que el sistema funcione correctamente. "En Emergencias y Urgencias no puede dejarse nada a la improvisación", comenta. Además, la portavoz de los enfermeros incide en que la creación de un equipo nuevo requiere la contratación de más personal.

Hasta la fecha, los equipos móviles adscritos a los centros de salud que atienden casos urgentes in situ están integrados por un médico, un enfermero y un celador-conductor. El proyecto que se pondrá en marcha este lunes en San Juan de Aznalfarache se centrará en crear nuevos equipos avanzados formados por el enfermero y el celador conductor para asistir los casos clasificados en el centro de coordinación como prioridad 3 y 4. La mayoría de estas urgencias están motivadas por el agravamiento de enfermedades crónicas. "Son problemas que van por ejemplo desde la colocación de una sonda hasta la administración de un medicamento para el dolor que pueden ser resueltos por las enfermeras", reseña Zabala.

Con este nuevo modelo, "el objetivo será reducir las largas demoras que suelen soportar este tipo de pacientes ya que los equipos acuden antes a los casos graves -prioridad 1 y 2- con riesgo vital y que no se pueden demorar". Para la portavoz de los enfermeros "este modelo es muy positivo, pero siempre y cuando se implante con los protocolos ajustados y con el personal adecuado".