ESTE Quijote tiene tres bachilleres: al Bachiller Sansón Carrasco de la obra de Cervantes hay que añadirle otros dos. Alberto Fuentes, 17 años, estudia segundo de Bachillerato en el colegio Altair. Le pide permiso al profesor de Religión para que deje salir a Alejandro Morales Kirioúkhina, 16 años, que estudia primero de Bachiller.

Hijo de un sevillano que también pasó por el Altair y de una rusa que llegó desde los Urales con 19 años a Sevilla, Alejandro escribió un relato, Persiguiendo Molinos, que ha merecido el segundo premio de la quinta edición del concurso de relatos cortos Fernán Caballero que convoca la Fundación de Cultura Andaluza. Juan José Molina, subdirector del Altair y profesor de Lengua y Literatura, pensó que era un material para sacar a sus alumnos de la modorra que a veces embarga a la literatura. Alberto se puso manos a la obra y el resultado es un cortometraje titulado Sancho. El mundo es de los valientes. Con dirección del propio Molina, Alberto Fuentes se ha encargado de la edición y el montaje. Su desparpajo no disgustaría al mismísimo Coppola. "Yo no soy muy de cine. Lo que me gusta es hacerlo".

Don Quijote ha muerto. Con esa premisa, que también empleaba Andrés Trapiello en una novela, Morales Kirioúkhina imagina que Sancho se quijotiza y decide viajar a Sevilla para embarcarse en un galeón rumbo a América. La ínsula barataria. El Quijote de Orson Welles, donde al ingenioso hidalgo le daba vida el actor ruso Akim Tamiroff, llega a Sevilla con pretensiones indianas.

A Sancho Panza lo encarna el alumno José Javier Alcocer, a quien le van a complicar la existencia Rinconete (Jesús Parra) y Cortadillo (Rafael Montojo). La película se rodó en marzo. Contaron con el apoyo de la familia Portilla Ciriquián, que les cedió un piso de la calle Gravina donde los dos pícaros cometen una de sus fechorías, y una finca en Almodóvar del Campo que les permitió rodar con un molino de verdad.

Si Pedro Almodóvar inició la película Volver en el cementerio de Granátula de Calatrava, estos alumnos de tercero de ESO empiezan con un entierro. Aarón Garrido interpreta al sepulturero que entierra a don Quijote (Alberto Leo Ramírez). Con un ataúd de medidas reales diseñado en el colegio por David Rodríguez.

"¿Cómo se llama lo que estamos haciendo, Sancho?". El escudero le responde al profesor: "Metaliteratura". Se ve a Sancho entrando en un Burger King; asombrado, será el ejército de Alifanfarón, ante el Metrocentro; preguntando por el río Guadalquivir a unos transeúntes por la Avenida.

El escaso presupuesto para luces hace más auténtica la oscuridad. En alarde pirandelliano, el personaje se encuentra con su autor, Miguel de Cervantes (Antonio Jesús Benítez), en la cárcel, habilitada en una finca de La Luisiana. Ayer estaba la clase como la venta de Maritornes, soliviantados con descensos y permanencias. Después tenían Tecnología, Inglés, de Cervantes a Shakespeare, Religión, Matemáticas y Biología. Don Quijote es de Letras y Sancho de Ciencias.