Temporal en Sevilla

Un día como el del Bazar España

  • Las rachas de viento del sábado fueron las más fuertes en Sevilla desde el 31 de diciembre de 1998. Más de 250 árboles y ramas se desplomaron por toda la ciudad.

Hacía más de catorce años que el viento no soplaba con la fuerza que lo hizo el sábado en Sevilla. Los anemómetros de la Agencia Estatal de Meteorología registraron la cifra de 103,7 kilómetros por hora en el aeropuerto de San Pablo como racha máxima. Este registro no se alcanzaba en la capital andaluza desde el 31 de diciembre de 1998. Aquel día soplaron vientos de 115 kilómetros por hora. La fuerza del aire derribó el muro del antiguo del Bazar España, que cayó sobre una parada del autobús causando la muerte a cinco personas que esperaban la llegada del transporte público en la avenida de Miraflores.

El pasado sábado fue un día parecido a aquél, aunque con menos lluvia. En la provincia el viento sopló aún más fuerte que en la capital. En Fuentes de Andalucía, por ejemplo, se alcanzaron los 115,2 kilómetros por hora y en la Puebla de los Infantes los 113,4. Durante todo el día se fueron sucediendo cientos de incidencias, desde caídas de ramas y árboles hasta desplomes de techos y cubiertas de centros comerciales y deportivos o del tendido eléctrico y ferroviario. Tres personas resultaron heridas y decenas de coches dañados en la capital.

En la ciudad se cayeron más de 250 ramas y árboles desde la madrugada del viernes al sábado hasta la mañana del domingo. Muchas de ellas fueron palmeras que se fueron al suelo, algunas arrancadas de cuajo por la base. En avenidas como el Paseo de Colón o la de la Palmera y en plazas como la Gavidia el susto fue mayúsculo. Afortunadamente todo quedó en tres heridos leves: una niña de tres años que viajaba con sus padres en el coche sobre el que se desplomó una palmera, un hombre de 56 al que le cayó encima el cartel de un quiosco de la ONCE en la Encarnación y una mujer de 62 a la que una rama golpeó en la nariz.

Los Bomberos no dieron abasto durante todo el fin de semana, con decenas de salidas para retirar ramas y árboles de las calles y ante el riesgo de que se cayeran más, mientras que el servicio municipal de limpieza (Lipasam) reforzó su presencia en las calles para limpiar hojas y ramas acumuladas en ellas.

El Ayuntamiento de Sevilla aseguró este lunes que todos los árboles caídos se encontraban sanos y que estos desplomes sólo son achacables a la fuerza del viento, en ningún caso a una posible falta de previsión. Pese a que las palmeras se han visto muy afectadas este año por la plaga del picudo rojo, fuentes municipales explicaron que ninguna de las que se cayeron habían sido atacadas por este escarabajo. Las fuentes explicaron que el picudo se ceba en algunas especies concretas y lo hace por la copa del árbol, por lo que no influiría en aquellos ejemplares que se rompieron por la base.

Las palmeras tienen troncos muy pesados, por lo que la acción de vientos tan fuertes como los que azotaron la ciudad el sábado pudo bastar para hacer que se cayeran más de un centenar de ellas. Para el catedrático de Ecología de la Universidad de Sevilla Enrique Figueroa, también ha podido influir el hecho de que las palmeras hayan sido sometidas a una poda excesiva. Este experto propone la elaboración de una base de datos de todas las palmeras de la ciudad que puede resultar muy útil a la hora de afrontar días ventosos como el del sábado. "Se trataría de un estudio en el que se detalle cada palmera y su estado, una especie de cartografía de todos los ejemplares. Las que tienen riesgo de caerse deberían ser cortadas ya y vigilar las que pueden hacerlo por tratarse de árboles con una madera muy pesada", explicó ayer Figueroa a este periódico.

El catedrático de Ecología propone también un estudio de cómo se comporta el viento en Sevilla, ya que la propia configuración de la ciudad hace que en algunas plazas el aire aproveche determinados huecos para tomar más velocidad, al igual que ocurre en grandes avenidas en las que el aire cobra fuerza gracias a los espacios abiertos y la ausencia de edificios que funcionen como parapetos. "Se trataría de un manual de urgencia para poder responder con rapidez ante situaciones como la del sábado", expone Figueroa.

El Ayuntamiento de Sevilla no dispone de ningún catálogo o base de datos de este tipo, que permita conocer cuáles son las palmeras en situación de riesgo y el comportamiento del viento.

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