Seis de cada diez presuntos maltratadores que son juzgados en Sevilla son absueltos. Las estadísticas del Poder Judicial siguen poniendo de manifiesto que del total de personas enjuiciadas por delitos de violencia machista, sólo son finalmente condenados menos de la mitad. En el primer trimestre de este año, los jueces de Sevilla juzgaron a 200 personas por delitos de Violencia sobre la Mujer, de las cuales fueron condenadas 76, lo que representa el 38%, mientras que las restantes 124 (el 62% de los casos) recibieron una sentencia absolutoria, según las últimas estadísticas publicadas por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

En el primer trimestre de este año los órganos judiciales de Sevilla tramitaron 2.038 delitos de violencia de género, de los cuales se archivaron antes de llegar a juicio 634 casos, lo que supone un 31,10%.

Si se comparan estas estadísticas con las que se registraron en el primer trimestre del año 2012, la situación que dibujan es bastante similar. De hecho, curiosamente, en el primer trimestre del pasado año se contabilizó sólo un delito tramitado más (2.038) que en el mismo periodo de este año, aunque el número de personas enjuiciadas fue menor que este año. Entre enero y marzo de 2012 fueron juzgadas en Sevilla 135 personas por delitos de malos tratos, de las cuales sólo 46 fueron condenadas, lo que implica un porcentaje de condenas del 34,07%, cuatro puntos inferior al de este año, con el consiguiente incremento en el número de absoluciones (89), que supusieron entonces el 65,93% del total de los delitos.

El año pasado se cerró con un descenso del 15% del número de denuncias de malos tratos, que pasaron de las 7.826 contabilizadas en 2011 a 6.647, una caída de 1.179 denuncias que la presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, Inmaculada Montalbán, atribuyó al impacto de la crisis económica, tanto en la propia víctima con en su familia y en la propia sociedad, lo que no favorece que "las mujeres salgan del círculo de la violencia".

Los juzgados de la provincia de Sevilla han ingresado en el primer trimestre del año 2.038 delitos de violencia contra la mujer, de los cuales la mayor parte, 1.163 se corresponden con delitos de lesiones y malos tratos del artículo 153 del Código Penal, que contempla penas de prisión de seis meses a un año o de trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 80 días. En otros 388 casos se trata de lesiones y malos tratos habituales, que regula el artículo 173 del Código Penal y que castiga con penas de seis meses a tres años.

Las estadísticas del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) incluyen otros 101 delitos del artículo 148, que prevé penas de entre dos y cinco años a los maltratadores que hayan causado una lesión que menoscabe la integridad corporal o la salud física o mental de la víctima, y que además haya requerido tratamiento médico o quirúrgico tras la primera asistencia facultativa.

Aunque el número de delitos comparados de los trimestres de 2012 y 2013 sean los mismos, de la estadística se desprende un incremento de los delitos más graves, los que llevan aparejada una pena mayor. En el caso de los delitos mencionados del artículo 148, se ha pasado de 30 casos registrados entre enero y marzo de 2012 a los 101 del primer trimestre de este año, con lo que se han triplicado. También han crecido los otros delitos de lesiones (de los artículos 153 y 173) y de forma especial los delitos contra la libertad sexual, que han pasado de sólo un caso a 24.

Los jueces han visto igualmente cómo crecen los delitos de quebrantamiento de medidas impuestas a los maltratadores -como por ejemplo las órdenes de alejamiento-, aunque han descendido levemente los quebrantamientos de penas, una vez que se ha dictado la sentencia condenatoria.

Los delitos contra la libertad han bajado, aunque ligeramente, al haber pasado de 165 casos en 2012 a los 129 del primer trimestre del año.

A lo largo del año pasado dos mujeres fueron asesinadas a manos de sus parejas, una de ellas una joven de 26 años que fue asesinada en Estepa mientras que la segunda víctima fue asesinada en la barriada de Monteflor de la capital por su marido, que acto seguido se quitó la vida arrojándose desde la azotea del bloque donde residía el matrimonio.