El Ayuntamiento, a través de la Gerencia de Urbanismo, ha iniciado en el Parque de María Luisa las labores de restauración del tramo de verja del cerramiento de la Exposición Iberoamericana de 1929 comprendido entre las avenidas de Portugal y de María Luisa. Los trabajos, adjudicados a la empresa Dédalo Bienes Culturales S.L., se prolongarán a lo largo de seis meses con una inversión algo superior a los 60.000 euros.

La zona intervenida comprende nueve tramos de balaustradas que destacan estilísticamente por su diseño neobarroco. Según la memoria de la intervención, esos tramos son los únicos que se conservan del vallado original de 1929 junto a los del cerramiento del Casino de la Exposición, edificio obra del arquitecto valenciano Vicente Traver, y los del consulado de Portugal.

Con este trabajo de restauración se pretende subsanar las numerosas patologías que presenta este elemento en la actualidad. Desperfectos o pérdidas atribuidas a la contaminación, al escaso o nulo mantenimiento pese a que la zona goza de protección como bien de interés cultural (BIC) y al vandalismo.

De las secuelas del vandalismo, el informe de la Gerencia de Urbanismo señala que faltan más de 200 piezas de los elementos originales, entre adornos, remates, escudos o bolas, piezas que han sido sustraídas o destrozadas y cuya reposición o reconstrucción es uno de los trabajos del proyecto.

Junto a estos factores externos y por tanto evitables, el informe señala otros de carácter interno, inseparables de la propia historia de su construcción, como el deterioro derivado "de las propias aleaciones que se combinan en la construcción". Una merma acelerada por la contaminación química del espacio urbano.

El proyecto de restauración comprenderá tanto los elementos en hierro del entorno como sobre la piedra. En ambos casos se realizarán tareas de limpieza, de eliminación de pintadas y se aplicarán tratamientos antioxidantes y de consolidación, respectivamente. El Ayuntamiento repondrá también todas las piezas que faltan y, en el caso de la piedra, coserá las fracturas que existen y los fragmentos en peligro de desprendimiento.

La actuación se culminará, según el calendario de prioridades, con la puesta en marcha de una técnica eficaz para proteger este cerramiento de alto valor estético, histórico y urbanístico de los grafitis.