Sevilla

Un ejemplo de cómo rehabilitar el patrimonio histórico

  • Cristina Ybarra acudió este martes a Carmona para explicar la labor que se está realizando en el palacio de Portocarrero.

Un trabajo minucioso, laborioso, sacrificado y todo un ejemplo de cómo la iniciativa privada es capaz de recuperar el patrimonio histórico. Cristina Ybarra acudió ayer a Carmona para explicar cómo está siendo su labor de rehabilitación en el palacio de Portocarrero de Palma del Río. Esta artista multidisciplinar dio una charla a los alumnos del curso de verano Quién rehabilita el patrimonio, que se está desarrollando en el marco de los cursos de verano de la Universidad Pablo de Olavide. "La rehabilitación me ha dado muchas satisfacciones. Ha sido un trabajo muy arduo, a largo plazo, ya llevamos más de 20 años. Por un lado, se ha recuperado el patrimonio y se ha dado un ejemplo de conservación porque un ente privado ha estado por delante de la administración pública". 

 

Cristina Ybarra pinta y lleva la dirección artística de la restauración del palacio y su gestión. Este monumento, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), aúna en su historia milenaria forjada en época romana un alcázar almohade y un palacio del Renacimiento. Además, ha diseñado jardines y este año también ha estado exponiendo en la Fundación de Cultura Andaluza, en el Ayuntamiento de Sevilla y en el de Huelva. Este año también ha realizado el cartel anunciador de la Romería de la Virgen del Rocío, encargado por la Hermandad Matriz de Almonte. 

 

Ybarra realizó una defensa de las Bellas Artes y aseguró que, por lo general, no están muy valoradas en España: "En Reino Unido o Estados Unidos valoran mucho la creatividad y la variedad en la persona. Aquí tenemos que valorarlas a todos los niveles y hay que acostumbrarse a pagar por el arte. Hay que apoyar a los museos pagando las entradas. El arte no tiene por qué ser gratis, si queremos cosas de nivel hay que pagarlo e involucrarse. Hay que mejorar el nivel de la sociedad en general y de la cultura". 

 

Mientras prosigue la rehabilitación, se ha comenzado con un proceso de visitas a modo de prueba: "Las estoy empezando a promover por dar un servicio. Prácticamente allí no se visita nada. Creo que como es un proyecto de vida, para los propietarios es una gran satisfacción poderlo enseñar". En el palacio también se organizan actividades culturales: "Me gusta ser positiva y pienso que el Ayuntamiento será cada día más consciente del esfuerzo que está haciendo la propiedad, de lo que supone el palacio para el pueblo, cómo se fomenta el nombre de Palma del Río y cómo se pone su nombre muy alto". 

Por último, la artista animó a la sociedad civil, a empresarios, fundaciones y administraciones a  apoyar a los entes privados que hagan este tipo de restauraciones: "Nos encontramos que hay un vacío que no te permite obtener ningún tipo de ayuda. Si quieres mantener el espíritu de la casa, como una vivienda, que se organicen cursos, que se pueda visitar... no hay ayudas. Animo a que colaboremos. Sería muy interesante que a la hora de restaurar la muralla, por ejemplo, que es un BIC, que pudiéramos ponernos de acuerdo para crear una especie de escuela taller, que cuente con los permisos oportunos, y con capital de una fundación o una empresa. Necesitamos que nos ayuden porque tenemos unos recursos limitados".

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