LLEGÓ a Sevilla en 2001. Con estudios de Empresariales y experiencia en publicidad, Ken Appledorn (Troy, Michigan, 1980) se reinventó como actor. Está en la serie Malviviendo y en los cines Avenida y Metromar.
-¿Por qué salió de su país?
-Soy el pequeño de cuatro hermanos varones. El más aventurero e independiente de los cuatro. Un profesor me dijo que el español y el chino eran los idiomas del futuro. Me vine con un Erasmus, me encantó España, me enamoré de mi marido y cuando murió mi padre, me vine.
-¿Familia de artistas?
-Para mí, lo son.
-¿Perfeccionó el idioma?
-Gracias a Sofía García, una profesora del Tardón.
-Si tuviera un primo americano como Nancy, la de la 'tesis' de la novela de Sender, ¿qué le contaría de lo que veía en Sevilla?
-A mí me sorprendió todo. Pensaba que Sevilla estaba más cerca del mar. Me llamó la atención el respeto que la gente le tiene al jamón, colgado en los bares.
-¿Por qué se hace actor?
-En Estados Unidos me atraía la enseñanza porque me permitía hablar con la gente. Algo había. En Sevilla mandé el currículum a la Escuela de Cinematografía. Si necesitan un guiri, aquí me tienen. Hice cursos en Teatro Viento Sur y en el antiguo CAT de la calle San Luis. Hice la serie Malviviendo; después El viaje de Peter McDowell, un microespacio en un programa de Manu Sánchez. Vi un cortometraje de Jorge Naranjo, me encantó y le mandé el currículum. Fue un paso decisivo.
-¿Por qué?
-Me llamó para su película Casting, con la que conseguí el premio al mejor actor secundario en el festival de cine de Málaga.
-¿Se hizo con un sitio?
-Me llamaron para una serie producida entre la BBC y Atresmedia, Los refugiados. Se rueda en Rascafría, en las afueras de Madrid. Estoy en el reparto con Natalia Tena, que hace el papel de Osha en Juego de Tronos.
-¿Mandó el currículum?
-Buscan gente con rasgos más hispanos.
-¿Dónde conoció a su pareja?
-En un bar de Reyes Católicos. Después fuimos a cenar a Cosa Nostra, en la calle Betis. Yo no sabía que Jorge (Cadaval) era un personaje público. No podías dar dos pasos sin que lo saludaran.
-¿Será más popular que él?
-Entre la gente de 15 a 25 años sí empiezo a ser muy conocido.
-¿Cuál es su género?
-Reconozco que tengo una cara más de comedia. Por eso me gusta que en la nueva serie me hayan dado un papel de policía.
-Está en las carteleras...
-Con The Extraordinary Tale, un cuento de hadas macabro, porque todos lo son, desde Caperucita Roja a La Sirenita, pero contado con un estilo Amelie.
-¿Actores favoritos?
-El mejor actor es aquel del que te quedas más con su personaje que con su nombre. Forrest Gump, Billy Elliott o el pirata del Caribe que hace Johnny Depp.
-En 2008 llegó un negro a la Casa Blanca. ¿Cuándo llegará un hispano?
-Antes llegará una mujer.
-¿Sabía que Jorge Cadaval empezó haciendo de guiri?
-Tiene un oído privilegiado para los idiomas. Sabe decir gracias, qué tal o cómo estás en quince idiomas. César lo habla mejor gramaticalmente. De estudio.
-(En la entrevista, un joven le pide un autógrafo en la plazuela de Santa Ana). ¿A quién le pidió autógrafos?
-Cuando seguía a los Detroit Pistons, a todos: Isiah Thomas, Joe Dumars, Denis Rodman, Vinnie Johnson. Ahora soy sevillista. Se lo pedí a Eminem después de un concierto. Tuve la misma profesora de canto que Madonna, que es de Rochester, al lado de Troy. Como Tomares y Gines.
-¿Típica familia americana?
-Mi madre era monja, se salió con treinta años porque le gustaba demasiado fumar y beber.
-Parece un personaje de 'Entre tinieblas', de Pedro Almodóvar...
-Almodóvar me gustaba mucho. Últimamente menos. Con tanta gente famosa junta dejas de creer en la película.
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