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El cine como papiro de la 'biblia' del Rocío

  • Carlos Colón estrena en la aldea onubense su película sobre el patrimonio devocional a la patrona almonteña

El director Carlos Colón se ha erigido en apóstol para plasmar en lenguaje binario, papiro de nuestra era, la que es sin duda la biblia en imágenes más completa sobre el Rocío. Un trabajo digital que ejerce de notario a la hora de recopilar la trascendencia y la devoción que despierta esta fe esculpida en el tapiz social de un pueblo como el de Almonte, que ha sabido conservar sus raíces a la hora de honrar y agradecer a su patrona las plegarias y la protección brindada durante siglos.

Ese patrimonio etnológico y devocional es el que retrata la película Rocío, Reina y Madre de Andalucía, una devoción universal. Un estreno que la Hermandad Matriz de Almonte quiso realizar al pie de las marismas para obsequiar a las miles de personas desplazadas con motivo de la próxima celebración del Rocío Chico con uno de los mejores metrajes que se han realizado jamás sobre esta devoción.

En efecto, Colón, profesor de la Factulad de Comunicación de la Universidad de Sevilla y miembro del consejo editorial de Diario de Sevilla, firma un poético guión y una sublime dirección a cuyos textos pone voz Antonio Barbeito. En uno de estos diálogos el guionista mantiene que "quien vea y viva estas cosas sabrá cuál es el corazón de este fenómeno multitudinario, festivo, desbordante, aparentemente contradictorio".

Fuera de nuestras fronteras andaluzas al espectador le llega una imagen que se limita a los breves segundos que trasmiten los telediarios en las cadenas nacionales, primordialmente cuando parten las carretas a la aldea o cuando se produce el emblemático salto a la reja. Por consiguiente, es difícil tener una visión global de la Romería de Pentecostés con estos escasos recursos. El objetivo, por ende, se queda en la superficie, limitado por esas instantáneas audiovisuales con los que rápidamente se identifica la tradición.

Se queda en el tintero el otro Rocío, el que sustenta la fe con la que se ha forjado una tradición con más de siete siglos de historia. Ésta es la misión de la que se encarga el director andaluz, quien además prologa su trabajo rescatándonos estampas añejas que nos devuelven las primeras imágenes en vídeo que se filmaron, casi un siglo atrás, partiendo las carretas hacia las marismas.

En esta tarea Colón se ha hecho acompañar de Carlos Valera, quien ofrece un carrusel de imágenes que no sólo se queda en esos momentos audiovisuales señalados anteriormente, sino que disecciona esos contradictorios sentimientos que se producen bajo el paso de la Virgen: sufrimiento, calor, agotamiento; pero también felicidad por sentir el paso sobre tus hombros, la posibilidad de aupar al niño que desea tocar el manto o los sollozos de ver cumplido un sueño.

La obra inicia su peregrinaje con un bello monólogo en el que el cineasta ofrece las primeras pinceladas históricas de una tradición que arranca en 1262, cuando "Alfonso X entronizó en la ermita de las Rocinas una imagen de la Virgen bajo la advocación de Santa María de las Rocinas, su devoción fue prendiendo entre quienes frecuentaban aquel cruce de caminos. Y Almonte la fue haciendo suya al tiempo que se fue haciendo de Ella".

Bajo este hilo conductor se ofrecen documentos históricos como la visita de San Juan Pablo II, cuando como siervo de Dios acudió al Santuario y desde el balcón nos dejó su mandamiento "que todo el mundo sea rociero". El Rocío Chico es otro de los protagonistas, regalando imágenes nunca vistas de la procesión extraordinaria con motivo del bicentenario en el mes de agosto del año pasado, cuando la Virgen recorrió las calles de la aldea con un atavío que recordaba mucho al usado en el siglo XIX.

También el traslado que acontece cada siete años y la metamorfosis en la que se ve envuelto el municipio almonteño cuando la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción acoge en su seno a tan venerada imagen que, tras su traslado, dejará huérfana la aldea durante nueve meses. Es aquí donde Vela nos vuelve a deleitar con una sucesión de "cuadros" de enorme belleza, desde las mujeres adornando y confeccionando las flores, hasta la imponente catedral efímera de estilo gótico que se levanta en la plaza principal del pueblo.

La segunda parte del metraje toma el testigo de la Romería de Pentecostés. Nuevamente la dirección firma una excelente factura a la hora de empapar con instantáneas que rezuman poesía, con el partir de las carretas que llegan desde todos los frentes de Andalucía: los Llanos por donde discurre Almonte; pasando por el de Sevilla; Moguer por donde desfila Huelva; o Sanlúcar de Barrameda atravesando Doñana. Una fecha en la que todos los caminos conducen al Rocío, un escenario que prende de júbilo con ese lunes de Pentecostés.

La biblia del Rocío escrita a través del séptimo arte. Un nuevo patrimonio que atesora la Hermandad Matriz de esta devoción universal. El minucioso trabajo con el que ha sido realizado cada uno de los eslabones de la cadena de producción de la película Rocío, Reina y Madre de Andalucía, una devoción universal no podía quedar empequeñecido por la edición de una película que se comercializase en un formato básico común y corriente.

Por ello, la Real e Ilustre Hermandad Matriz de Nuestra Señora del Rocío de Almonte ha realizado un cuidado pack, similar a las ediciones especiales de las grandes superproducciones de Hollywood, en el que se incluye un pequeño folleto con los mejores trozos del guión y un CD de música que incluye 20 piezas que conforman la banda sonora de la película con sevillanas míticas como Almonteño déjame, Para ser buen rociero, No hay quien te lleve, Humilde como ninguna, o Quien Fuera Almonteño; firmadas por autores como Manuel Pareja Obregón, Moya, Onofre López, Hurtado e interpretadas por artistas locales y los Tamborileros de la Hermandad Matriz.

Se configura de este modo un producto muy atractivo que cualquier rociero y devoto de la Blanca Paloma deseará tener en su colección para conservar esta cinta de 95 minutos dividida en 10 capítulos que, además, tiene un fin benéfico, ya que los beneficios derivados de su venta se destinarán a la obra social de la Hermandad, que desarrolla una importa labor en este campo, colaborando con distintas entidades del municipio.

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