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Sevilla

Un guía 2.0 recorre el Alcázar

  • La UPO presenta un robot para ocio turístico. La iniciativa, financiada por la Comisión Europea, ha costado casi cuatro millones de euros.

Pesa alrededor de cien kilos, tiene pantalla táctil y es trilingüe al dominar el español, el holandés y el inglés. Se trata de FROG(Fun Robot Outdoor Guide), un autómata con forma de rana verde que hace las labores de guía del Real Alcázar: "Se llama Sala de las Bóvedas porque todavía cuenta con las cúpulas de estilo gótico que fueron construidas por Alfonso X". Ésta es una de las explicaciones que el peculiar robot ofreció ayer a los turistas. Los visitantes atendieron, con una mezcla de curiosidad y asombro, cada descripción y cada comentario que el inusual interlocutor realizó en las estancias del histórico palacio.

 La visita de un edificio cuyo origen se remonta a comienzos del siglo X de la mano de un androide que emplea tecnología de realidad aumentada parecía un hecho insólito. Esta situación es posible en la actualidad gracias a un proyecto internacional de robótica social en el que participa la Universidad Pablo de Olavide. Los sevillanos y turistas podrán disfutar de este robot únicamente durante noviembre.

El Alcázar ha prestado sus instalaciones para las pruebas de desarrollo del androide que comenzaron en 2011 y finalizan en septiembre de este año. FROG es el resultado de un proyecto de investigación financiado por la Comisión Europea con tres millones de euros, aunque su coste real alcanza los cuatro millones.

Mediante un sistema de reconocimiento facial, el guía robótico tiene la capacidad de detectar si el turista se aburre. En este caso FROG ofrecería una versión más corta de sus explicaciones e incluso dejaría en evidencia al visitante o bromearía con él.

La única falta que tiene este autómata, a pesar de entender algunos sentimientos humanos, es que todavía no cuenta con un programa de reconocimiento de voz. Son muchos los niños que se acercan para interactuar con este galáctico amigo que, además de ofrecer explicaciones detalladas de los espacios interiores y exteriores del Alcázar, también entretiene al visitante con juegos de preguntas y respuestas sobre el histórico palacio.

FROG cuenta con una autonomía de tres horas, por lo que cuando percibe que su batería se está acabando, el mismo se retira a cargarse automáticamente con lágrimas azules en su pantalla.

La iniciativa en su conjunto está coordinada por la Universidad holandesa de Twente y cuenta con la colaboración de instituciones como la Universidad de Ámsterdam, el Imperial College de Londres y la empresa portuguesa de robótica IDMind. Además el robot protagonizó un documental de la televisión francesa y ha sido probado como guía en el zoo de Lisboa.

En la presentación del androide, durante la mañana de ayer, el profesor de Robótica de la UPO y coordinador del proyecto en España, Luis Merino, explicó que el objetivo final de esta iniciativa "no es crear un producto comercial sino desarrollar una tecnología de demostración".

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