En tres meses, las antenas comunitarias de 22.107 edificios de Sevilla capital deberán ser revisadas y adecuadas para la buena convivencia entre la Televisión Digital Terrestre y la señal de internet 4G. Es lo que se conoce como la liberalización del Dividendo Digital.

Ese cambio está motivado por la decisión de la Comisión Europea de reservar el uso de la banda de 790-862 MHz para el 4G en toda Europa. Pero actualmente en estas frecuencias emiten algunos canales privados y públicos.

En Sevilla, 22 empresas están certificadas para modificar estas antenas, pero su coste correrá a cargo de los ciudadanos. El pasado 19 de septiembre, el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, anunció una partida de ayudas de 286 millones de euros. Sin embargo, tal como se quejan las organizaciones de consumidores e instaladores, como Faitel (Asociación Andaluza de Empresas Integradoras de Telecomunicaciones y Servicios TICC), aún el Gobierno no ha hecho público los detalles de estas subvenciones. "El plazo para poder beneficiarse de ellas termina el 31 de diciembre, pero se desconocen los mecanismos para acceder a estas ayudas: quién puede beneficiarse, cómo solicitarla, cómo y cuándo se recibirá, su cuantía. Nada. No se sabe nada", apunta José Manuel Muñiz, presidente de Faitel.

Muñiz asegura que esta incertidumbre frena aún más la labor de los técnicos: "Mientras que los ciudadanos no sepan cómo acceder a las ayudas, no contratarán los servicios de las empresas de telecomunicaciones, lo que provocará una avalancha de demanda". Y remarca: "No podemos garantizar la adecuación del 100% de las antenas antes del 31 de diciembre. No hay tiempo". Si estas instalaciones no se modifican, los usuarios no podrán ver la televisión el 1 de enero, al menos los canales obligados a emigrar. Desde Faitel aconsejan a los usuarios contactar ya con diferentes empresas y pedir un presupuesto detallado.

Pero no es sólo la incertidumbre sobre los detalles de las ayudas prometidas por el Gobierno y el posible intrusismo lo que preocupa a las organizaciones de consumidores, sino también la falta de información sobre el Dividendo Digital en general: "La mayoría de los ciudadanos desconocen qué es y qué tienen que hacer", alerta Pilar Lora León, portavoz de la Federación Andaluza de Consumidores y Amas de Casa Al-Andalus. "En 2012 enviamos sin éxito un escrito al Ministerio de Industria alertando de la situación y pidiendo el desarrollo de campañas informativas".

En esta primera fase, que concluye el 31 de diciembre, se modificarán las cabeceras de las antenas de los edificios comunitarios para que la convivencia entre la TDT y el 4G sea posible. El presidente de Faitel manifiesta que esta primera fase afectará al 80% o 85% de los bloques. Y, ya en 2015, se pondrá en marcha una segunda fase para comprobar la buena convivencia entre la televisión y la telefonía móvil en el mismo espacio radioeléctrico, que sí puede provocar problemas tanto en las instalaciones comunitarias como en las de las viviendas unifamiliares.