Una multa de 120 euros por colocar un cartel. Ésta es la sanción que ha recibido el colegio público Arrayanes, en el Parque Alcosa, por un anuncio sobre clases de judo que estaba pegado en la valla exterior del centro educativo. Se trata de uno de las primeros efectos que ha tenido la aplicación de la nueva ordenanza de limpieza pública y recogida de residuos municipales, que entró en vigor el pasado martes. La normativa prohíbe la colocación de carteles en zonas no habilitadas para ello y en espacios públicos. Las gestiones entre la dirección del colegio y el Ayuntamiento han logrado que finalmente se retire la sanción.

La nueva ordenanza de limpieza sigue dando titulares. Si días atrás fueron las multas a quienes buscan comida o materiales en los contenedores las que generaron la polémica -incluso a nivel nacional-, ayer lo fue la sanción impuesta al Colegio Arrayanes por un cartel que había colocado en la valla exterior del centro. Los padres de los alumnos recibieron la noticia por parte de la dirección del colegio con sorpresa y cierta indignación. Hubo quien no daba crédito: multar con 120 euros por colocar uno de los muchos anuncios que cada día aparecen entre los barrotes que separan el colegio de la calle.

La denuncia interpuesta por Lipasam concretaba la causa de la infracción: la colocación de publicidad en una zona no permitida, prohibición establecida en el artículo 20 de la nueva ordenanza, aunque fuentes municipales precisaron a este periódico que esta infracción ya la recogía la normativa anterior de 2003.

El secretario de la AMPA de este centro educativo, Dionisio García, manifestó que la comunidad que trabaja en este colegio y los padres de los alumnos se sorprendieron de la sanción, puesto que el responsable sobre el que ha de recaer la infracción es la empresa anunciadora del curso de judo y no el colegio. El Ayuntamiento, sin embargo, hizo responsable al centro al entender que se publicitaba una actividad que iba a desarrollarse en sus instalaciones.

Al recibir la denuncia, la dirección del Arrayanes se puso en contacto con Lipasam y tras varias gestiones se ha conseguido retirar la multa y evitar así que el centro pague 120 euros. A partir de ahora, eso sí, se tendrá mucho cuidado con lo que se coloca en la valla, de ahí que ayer apareciera totalmente libre de anuncios.