La delegación de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de Sevilla ha detectado que más de cien médicos del Servicio Andaluz de Salud (SAS) trabajan de forma paralela en el sector privado pese a cobrar un plus de exclusividad de entre 600 y 700 euros mensuales. La Junta, que considera esta práctica una infracción administrativa, confirma estas investigaciones pero se niega a ofrecer información adicional sobre el número exacto de sanitarios implicados ni de las sanciones definitivas "al tratarse de datos confidenciales de profesionales".

El Sindicato Médico de Sevilla, por su parte, reconoce que la mayoría de los afectados han solicitado a esta organización asesoría jurídica y ofrece un dato más aproximado de los expedientes abiertos, aún sin resolución definitiva. Concretamente, según esta entidad sindical, en los hospitales Virgen del Rocío y Virgen Macarena hay de 32 a 35 médicos expedientados o en proceso de investigación en cada uno de los dos centros; y de 12 a 14, en el Hospital de Valme. A esta cifra hay que sumar los sanitarios de Atención Primaria, que superarían la veintena, y los del Hospital de La Merced de Osuna, aún sin concretar.

De momento, ninguna sanción es definitiva, aunque, los médicos implicados se enfrentan a multas que van desde la suspensión de empleo y sueldo hasta la devolución de la totalidad del Complemento Específico de Dedicación Exclusiva cobrado hasta ahora.

Fuentes del comité ejecutivo del Sindicato Médico de Sevilla, aunque afirman no defender la ilegalidad, denuncian que Andalucía sea una de las tres regiones, junto a Asturias y Galicia, donde se mantiene este contrato de exclusividad, especialmente "cuando el SAS ha recortado los sueldos un 35% desde 2010": "Los salarios actuales obligan a los médicos a buscar otro trabajo fuera de la salud pública, ya sea en clínicas privadas o en consultas propias", apuntan desde la organización sindical. "El SAS también exige esta exclusividad a los eventuales con contratos del 75% de su jornada. Éstos sólo buscan un sueldo digno y llegar al 100%". En este sentido, la organización reclama que permitan a los profesionales trabajar sin términos de exclusividad o, en caso contrario, mejorar las condiciones laborales y salariales.

El Sindicato Médico admite que esta práctica no es nueva, que se ha llevado a cabo durante varios años y que "el SAS era consciente pero lo dejaba pasar". "Las inspecciones de la delegación de Salud han sido especialmente duras e intensas este año", añade el comité ejecutivo de la organización, mientras que la Junta señala que se trata de medidas de control rutinarias.

Para detectar estas irregularidades, la Junta ha cruzado los datos del personal del SAS con los listados de médicos que han ejercido en los últimos tiempos en centros hospitalarios privados, tanto en consultas como en quirófanos. Aunque esta medida también ha afectado a aquellos médicos con consultas propias y no vinculadas a un centro sanitario privado.

El pluriempleo en este sector no es extraño, pero para ejercerlo, oficialmente, los médicos deben pedir permiso y renunciar al plus de exclusividad en sus nóminas.

Esta situación también se ha producido en Málaga, donde las inspección de la delegación provincial de Salud ha detectado que 50 médicos vulneraban su contrato de exclusividad.

El Sindicato Médico pide regular este complemento para mejorar las condiciones de trabajo de los sanitarios, al igual que ocurre en otras comunidades autónomas. Andalucía, Asturias y Galicia son las únicas que mantienen una ley de incompatibilidad en su servicio de salud. Mientras que regiones como Valencia, Madrid, Canarias, Islas Baleares, Aragón, Murcia, Rioja, País Vasco y Castilla y León la percepción del complemento económico específico dejó de aparecer en las nóminas de los trabajadores hace varios años.

La organización sindical reclama la extinción del mismo o, al menos, la puesta en marcha del sistema vigente en Cantabria, Cataluña, Extremadura y Castilla-La Mancha, a medio camino entre ambas fórmulas. "Estas comunidades ofrecen a los sanitarios la oportunidad de elegir entre trabajar más horas y cobrar un plus de exclusividad o una jornada laboral menor y poder ejercer fuera de la sanidad pública", explican fuentes del sindicato. En estos casos, la diferencia salarial entre los profesionales que no compatibilizan el ejercicio público y privado y los que sí lo hacen está por debajo de los 5.000 euros anuales.