Sevilla

Cuando la suerte da otra oportunidad

  • La administración de loterías La Lluvia de Oro sortea entre sus clientes que no hayan sido agraciados cenas y rutas gastronómicas Este año celebra sus 60 años de funcionamiento

Una segunda oportunidad. Eso es lo que ofrecen en la administración de loterías número 12 de Sevilla, La Lluvia de Oro, que desde 1954 viene repartiendo premios en la Plaza de la Encarnación. Los responsables de este despacho de ilusión, que al fin y al cabo es lo que es la lotería, como recuerda el anuncio televisivo, para profundizar en la relación con sus clientes y en su fidelización, han creado un sistema de rifas y sorteos por el que las personas que no hayan sido agraciadas en los sorteos pueden ganar algunos de los premios, no monetarios, que sortean.

Es una segunda oportunidad para la suerte, como explica Javier Lapiedra, responsable de la administración: "La idea es premiar también de alguna manera al que juega aunque no le haya tocado. Hay que mirar a la suerte para que llegue. Si se hace, suele aparecer".

El proceso que han puesto en marcha en La Lluvia de Oro es muy sencillo. Han instalado unos buzones en el quiosco. En ellos hay que depositar los boletos no agraciados con un número de teléfono de contacto. Luego, ellos se encargan de realizar el sorteo cada 15 días. "El premio es una cena para dos personas en un restaurante. Por ahora estamos centrados en la hostelería".

Esta iniciativa ha tenido tan buena acogida entre los clientes que decidieron llevarla también a la práctica en el sorteo de Navidad. El premio en esta ocasión serán "tres cestas mágicas" con los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar: "No son cestas al uso. Contienen una ruta gastronómica para dos personas durante un día".

Todas estas novedades llegan en el año en el que La Lluvia de Oro celebra 60 años repartiendo suerte y millones entre los sevillanos. Y lo hizo desde el primer día. El mismo año de apertura dieron el premio gordo del sorteo del Niño: "Desde entonces la suerte se instaló con nosotros". Sólo dos años después repartieron el Gordo de Navidad y poco tiempo después dieron otro del Niño. En total, han repartido 36 grandes premios en sus seis décadas de existencia.

La administración de lotería, junto a la vieja fuente, es lo más antiguo que se conserva en la Plaza de la Encarnación. Desde su enclave privilegiado en el casco histórico han sido testigos de la profunda transformación del entorno y de los tiempos: "60 años dan para mucho. Hemos vivido la dictadura, la transición y la democracia. Fuimos vecinos del antiguo mercado de abastos, vimos como se derribó y se hizo el provisional. Hemos sufrido la remodelación de la plaza que nos llevó dos años a trasladarnos a Villasís..."

El próximo proyecto de La Lluvia de Oroes dar el salto a la venta a través de internet. Lo quieren hacer a partir del próximo año: "Hay que apostar en serio por ello. No se puede hacer de cualquier manera, porque sino no funciona. Tenemos que hacer un buen posicionamiento porque la competencia es fuerte".

La suerte de esta administración aldrá de la plaza de la Encarnación para repartirse por todo el mundo.

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