Adicciones y riesgos

El alcoholismo juvenil echa el freno

  • En la provincia de Sevilla, un 10,19% de los enfermos en rehabilitación por alcoholismo tienen entre 18 y 30 años. La cifra 2013 era de un 10,54%.

Lleve a su casa una bebida para todos..., éste era el eslogan que una conocida marca de bebida alcohólica utilizó para su campaña publicitaria durante los años 60. La frase acompañaba la ilustración de una madre dándole a probar el etílico producto a sus hijos, menores de edad. Este tipo de reclamos son impensables en la actualidad. De hecho, el código de autorregulación europeo prohíbe que se publiciten bebidas con grados en horario infantil. Sin embargo, los licores siguen siendo un producto socialmente aceptado y un reclamo al que los más jóvenes suelen recurrir durante los fines de semana.

Desde que empezó el año se han producido 1.197 admisiones de personas, de entre 18 y 30 años, a tratamientos por consumo de sustancias y otras conductas adictivas en la provincia de Sevilla. Esta cifra corresponde al 30,42% de los ingresos totales. De ellos, un 10,19% son a causa del alcohol, casi 122 jóvenes. El número se ha estancado con respecto al año pasado y se observa un ligero descenso, puesto que durante el mismo periodo de 2013 se incorporaron en torno a 126 jóvenes a cualquiera de los 29 centros de tratamiento ambulatorio que se reparten por la provincia, es decir, un 10,54% del total.

"Los adolescentes beben en exceso durante los fines de semana porque han sido educados desde pequeños en el consumo del alcohol", afirma Rafael Cueto, presidente de la Asociación de Alcohólicos Rehabilitados Anclaje. La entidad, que batalla contra esta enfermedad desde el año 1982, tiene en la actualidad a más de 400 personas en tratamiento, de los que más de 40 son jóvenes. El presidente asegura que, efectivamente, en la entidad están notando que el ingreso de pacientes es menor con respecto a años anteriores. Los jóvenes que deciden hacer frente a la adicción "normalmente lo hacen por presiones familiares. Les cuesta mucho reconocer el problema", expresa Cueto.

"Haber tocado fondo" es, según el presidente, la principal motivación por la que los adictos se deciden a pisar la asociación: jóvenes que tras consumir una sola copa han reaccionado de manera agresiva, han desaparecido durante días de sus casas o han entrado en una fuerte depresión. "El colectivo de entre 18 y 24 años toma contacto con el alcohol en las botellonas del fin de semana. Además, aunque sean menores de edad pueden acceder a este tipo de sustancia de forma fácil y rápida", señala el presidente. Que cada vez más jóvenes combinen el consumo de copas con la ingesta de cocaína o marihuana provoca, según Cueto, una bomba explosiva: "Una vez que admiten que tienen un problema y vienen aquí a ponerle remedio, lo más difícil es retenerles y que mantengan la abstinencia".

El presidente manifiesta que un grupo importante de personas no sabe pasarlo bien sin beber, a ello hay que sumar que el ambiente nocturno es como un círculo vicioso. "Hay jóvenes que estarían dispuestos a salir sin consumir alcohol, pero acaban influenciados por los grupos de amigos o porque ven necesario ingerir licores para adaptarse al ambiente", expresa Cueto. Esta afirmación es secundada por Teresa Real, psicóloga del centro, que añade que debido a la aceptación cultural y social que tiene el alcohol, la labor de prevención sobre el abuso de su consumo se hace más difícil: "Es muy complicado hacer hincapié en el tema porque el mismo entorno social incita a que se ingieran este tipo de bebidas, sobre todo en los institutos y en los colegios".

La experta asegura que lo más importante para superar este tipo de adicción es el autocontrol y que el joven que llegue al centro para solucionar el problema sea consciente de que lo principal es que lo hagan por su propia salud y no por presiones externas.

La Navidad, una etapa difícil de afrontar el problema

Los meses de diciembre y enero son los más complicados para que el enfermo se mantenga alejado de la botella. Las copiosas e innumerables cenas con familiares y amigos que terminan en las consabidas copas suponen una carrera de obstáculos que el alcohólico ha de superar. Para afrontar esta etapa, la Asociación de Alcohólicos Rehabilitados Anclaje organiza una terapia especial que gira en torno a la temática de la abstinencia. Este importante aspecto se trata también antes de la Semana Santa y de la Feria. "Se prepara esta cuestión con interés porque se bebe con mayor asiduidad", apunta Teresa Real, psicóloga de la organización. La experta afirma que en dichas sesiones se incide en que los pacientes piensen en por qué habían dejado el alcohol y en las consecuencias del problema: "Lo principal es que ellos aprendan a decir que no para que no recaigan", afirma Real.

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