El Club Natación Sevilla inicia una carrera de fondo para captar socios. El presidente de la entidad deportiva presentó este lunes, con el apoyo del alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, una campaña de promoción del deporte en la ciudad y recaudación de fondos para la financiación de las obras de rehabilitación y reapertura del club, cerrado desde el otoño de 2012, cuando se cayó parte de la cubierta de la emblemática piscina. Un incidente que, además de su clausura, provocó una pérdida importante de socios y su declaración en concurso de acreedores.

Luis Esquivias, presidente del Club Natación Sevilla, conocido popularmente como Club Trastamara por su ubicación en el número 9 de esta calle y fundado en 1931, explicó este lunes que el propósito de esta nueva campaña es conseguir entre 300 y 400 nuevos socios y que éstos se comprometan a adelantar las mensualidades de dos años. "Ya tenemos el compromiso de unas 110 personas", apuntó Esquivias durante la rueda de prensa, a la que también acudieron la triatleta María Pujol y la nadadora paralímpica Gema Gómez, que han prestado su imagen para la campaña.

"Es un lujo tener un club como éste, que supone un valor añadido. Con la ayuda de todos conseguiremos que el club esté lleno de deportistas y de amantes del deporte", recalcó Pujol. "El club necesita un empujón ante esta pequeña crisis para que vuelva a renacer". En la misma línea, y dentro de su papel de embajadora de la entidad sevillana, María Gómez, del equipo paralímpico español de Londres 2012, recordó sus primeros años como deportista amateur y sus entrenamientos en el Club Trastamara: "Éramos muchos los niños que nos formamos allí y a los que nos inculcaron el valor de este deporte y del compañerismo. Era nuestra segunda casa", señala. "Todos vivimos con tristeza que tuviera que cerrar y ahora estamos muy ilusionados porque a este club le queda aún mucho por hacer", concluyó.

El coste total de las obras planteadas en el proyecto redactado por el arquitecto José Manuel Sánchez-Carrero, socio de la entidad y ex nadador, es de 3.900.000 euros, tal como confirmó Esquivias. A esta cifra habría que sumarle 1.100.000 euros más "en concepto de permisos, licencias y otros trámites administrativos, además de los honorarios de los técnicos" y "un millón más para hacer frente a los pagos de los acreedores", según explicó el presidente del club. El plazo de ejecución sería de 18 meses, "más unos seis meses para gestionar los temas administrativos". Así, aunque aún la obra no se ha adjudicado a ninguna empresa constructora, Luis Esquivias afirmó que la intención es que el club esté en funcionamiento en la primavera de 2017.

Las nuevas instalaciones pretenden ser de nuevo referencia en la ciudad. El arquitecto, en coordinación permanente con los dirigentes del Club Natación Sevilla (CNS), ha diseñado un edificio que respeta las pautas del original, una construcción de estilo regionalista con el sello de Aníbal González. El plan recoge las necesidades deportivas y sociales de la entidad y concibe el club de una manera moderna, acorde con las tendencias deportivas actuales. "Queremos que en esta nueva etapa las instalaciones del club sean un paradigma para las personas con movilidad reducida y el deporte paralímpico", anotó Luis Esquivias.

Así, de los 2.635 metros cuadrados actuales, repartidos en cuatro plantas, se pasará a una superficie edificada de 4.400 metros cuadrados, repartidos en las mismas cuatro plantas. Bajo la planta más alta se introducirá una entreplanta técnica dada la gran altura del gimnasio ahora existente. De este modo, la altura que actualmente presenta hacia la calle Trastamara no variará. La planta bajo rasante albergará un sótano y garaje con 23 plazas de aparcamiento. Parte de esta planta se destinará igualmente para una piscina infantil, con sus correspondientes vestuarios. Las plantas sobre rasante se destinarán a la construcción de un club deportivo y albergarán una piscina cubierta. Habrá también una zona exterior de solárium. El proyecto destaca por la singularidad de la ubicación de la zona de aguas, en la planta superior, diseñada así para un mayor aprovechamiento de la superficie disponible, de eficiencia energética, de mantenimiento y de disfrute de las vistas existentes en la parte alta del edificio.