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El arquitecto de las 'setas' ve "electoral" la auditoría del sobrecoste de la obra

  • El estudio de Mayer está "tranquilo" porque Monteseirín y Sacyr aceptaron seguir con la obra.

El estudio alemán de arquitectura de Jürgen Mayer que diseñó las setas de la Encarnación acusó este miércoles al Ayuntamiento de Sevilla de actuar por "razones electorales" al encargar ahora una auditoría sobre el segundo modificado que elevó el sobrecoste de las obras del edificio Metropol Parasol un 70%. Frente a la intención del gobierno de Zoido de reclamar una indemnización, los arquitectos alemanes argumentan que no cabe tal cosa porque el Ayuntamiento de Monteseirín y la constructora Sacyr conocieron en su día estos sobrecostes y aceptaron en 2010 seguir adelante con la obra.

"Vemos una historia política en este anuncio porque hay unas elecciones municipales", declaró este miércoles a este periódico, en conversación telefónica, André Santer, uno de los socios de la oficina de Mayer. Están "bastante tranquilos" y dicen que Urbanismo "no tiene nada que hacer" con esta auditoría porque tanto el Ayuntamiento de Monteseirín (que contrató la obra) como la adjudicataria Sacyr "sabían todo y confirmaron que querían continuar con la obra aunque hubiera sobrecostes". Con todo, responderán con sus abogados cuando reciban la notificación de la auditoría, lo que aún no ha sucedido.

Los alemanes se refieren a la iniciativa de la Gerencia de Urbanismo, anunciada este miércoles, de sacar a concurso una auditoría de 72.600 euros para averiguar si el aumento del coste de la estructura de madera y las instalaciones de seguridad derivaron de "errores y/o deficiencias del proyecto básico que sirvió de base para la licitación" elaborado por el arquitecto Jürgen Mayer.

Pero la realidad es que ya se sabe oficialmente desde 2010 que hubo tales errores y deficiencias en los proyectos básico y de ejecución de las setas supervisados por el Ayuntamiento. Así lo concluyó el Consejo Consultivo de Andalucía, el órgano asesor de las administraciones, en un informe -obligado pero no vinculante- que el gobierno de Monteseirín decidió ignorar, pese a que aconsejaba no inyectar otros 30 millones de euros a la obra para compensar los sobrecostes de la madera y la seguridad. Monteseirín justificó seguir con la obra por considerar clave este edificio para el desarrollo económico del casco norte de la ciudad.

También sorprende que Zoido encargue ahora una auditoría cuando hace ya dos años, en febrero de 2013, el consejo de gobierno de la Gerencia de Urbanismo ya aprobó autorizar informes técnicos y jurídicos para determinar si procedía exigir una indemnización de 4,2 millones de euros al estudio de Jürgen Mayer.

Como argumento a su favor, Santer recalca que la voluntad de seguir con la obra se aprobó en el Pleno municipal, el máximo órgano de gobierno, con los votos de la mayoría, y que "eso está por encima de cualquier responsabilidad contractual". Así lo aprobó el Pleno de julio de 2010.

Según los arquitectos alemanes, la posibilidad del Ayuntamiento de pedir indemnización se anula con los contratos posteriores que se firmaron después de los contratos iniciales.

El socio de Mayer apunta claramente a la concesionaria del proyecto, la constructora Sacyr, como responsable de los costes que finalmente tuvo la obra, una responsabilidad que el Ayuntamiento de Zoido ni siquiera cita. "La concesionaria firmó los contratos con las subcontratas; ellos negociaron todo y al final salió el coste general del proyecto", afirma Santer.

El arquitecto lamenta que el Ayuntamiento insista en esta lucha con el éxito que ha tenido el edificio en la ciudad. "Es un proyecto muy exitoso para Sevilla. No comprendemos que alguien ahora quiera insistir en una frase de un contrato", afirma Santer.

Los datos del sobrecoste de las setas de la Encarnación son reveladores: los 51 millones valorados inicialmente acabaron superando los 102 millones, como mínimo. Y se sabe que el gobierno socialista de Monteseirín ocultó desde 2007 que el proyecto era inviable porque los cimientos no aguantaban la estructura de madera de los parasoles y porque el arquitecto había diseñado la estructura sin comprobar si era posible hacerla realidad.

Así lo adelantó este periódico el 10 de febrero de 2010, pero meses más tarde, en julio de ese mismo año, el Ayuntamiento aceptó seguir adelante con la obra con el argumento de que era por "interés público" para reactivar la zona Norte del centro de la ciudad. El PP de Zoido, que en aquellos años estaba en la oposición municipal, exigía depurar responsabilidades políticas por el sobrecoste de este edificio de la Encarnación.

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