Emasesa ultima una importante operación de refinanciación de gran parte de su deuda con el objetivo de ganar en liquidez para inversiones en los próximos años. Un total de 115 millones de euros correspondiente a deuda a largo plazo con garantía pignorada de cánones serán refinanciados en un nuevo crédito al que se añaden 85 millones más para obras, de los que se emplearán 21 millones cada año en el próximo cuatrienio. La compañía asegura que con esta refinanciación se ahorrarán siete millones de euros gracias a las condiciones que han ofrecido los bancos. La deuda a largo plazo de la entidad, cifrada a final de 2014 en 184 millones de euros, crecerá en torno a un 4% a lo largo de este año como consecuencia de esta operación, por lo que está previsto que se sitúe en 193 millones el próximo diciembre. La compañía recibió varias ofertas bancarias para asumir la refinanciación y el nuevo préstamo, de las que se optó por la presentada por Caixabank.

La otra gran parte de la deuda, de 69,3 millones de euros, contraída con garantía exclusivamente personal de Emasesa, continúa en los mismos términos. Emasesa asegura que esta nueva operación crediticia ha sido posible gracias al saneamiento de las cuentas de la compañía, que preparaba una emisión de bonos para obtener liquidez ante la crudeza de las condiciones del mercado financiero, unas condiciones que han cambiado "radicalmente" y que han permitido cerrar esta refinanciación con la obtención de 85 millones más. Fue precisamente la decisión de sacar bonos al mercado -avanzada por este periódico- la que alertó a los bancos, de tal forma que la sociedad metropolitana recibió hasta seis ofertas ventajosas.

Emasesa pretendía obtener entre 50 y 100 millones de euros mediante la emisión de bonos a doce o trece años pagando un 4% de interés. Para esta emisión era necesaria la convocatoria del correspondiente concurso público para designar al colocador de los bonos. Se presume que los fondos de pensiones de Canadá o de Alemania son los caladeros de dinero más idóneos. La compañía advertía hace unos meses que si al final no se tomara la decisión de sacar los bonos, sólo el trabajo que se está haciendo para poner las cuentas al día y en las mejores condiciones ya es de por sí muy rentable para la compañía. Y asegura que así se ha demostrado con la nueva operación que se aprueba en el seno del consejo de administración de mañana jueves. La sociedad dispondrá de 85 millones, una gran parte del máximo de cien que se prevía obtener con los bonos, cuya emisión no se descarta ni mucho menos.

La oposición socialista fue este martes muy crítica con esta nueva operación crediticia que ha sido llevada con el máximo sigilo después de que todo apuntara a la búsqueda de financiación por vías alternativas. El cambio "radical" en las condiciones bancarias ha hecho posible lo que el pasado octubre se veía como imposible: la firma de una refinanciación y el acceso a un nuevo préstamo. Después de tres años de reducción paulatina de las inversiones, la compañía podrá plantearse nuevas obras de mejora en la red de infraestructuras.

Hasta ahora, la deuda de Emasesa se ha dividido en dos créditos: 115.669.723 para la financiación de infraestructuras de depuración, un crédito sindicado suscrito con BBVA, Caixabank, Unicaja, Banco Popular y Bankinter, y 69.346.027 euros, un crédito bilateral para financiación de inversores del ciclo integral del agua, con Dexia-Sabadell. Del primer crédito -cuya refinanciación se aprueba mañana- aún quedaban por disponer 13,7 millones. Del segundo no queda nada por disponer.