La portavoz de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Sevilla, Josefa Medrano, exigió ayer al alcalde en funciones, Juan Ignacio Zoido, que "paralice inmediatamente" el contrato de patrocinio firmado con el Arzobispado, a tan sólo dos días de las elecciones, por el que Emasesa destinará 425.000 euros a las obras de restauración de la iglesia de Santa Catalina que se están acometiendo en la actualidad. Desde IU consideran, según expusieron en una nota, "que este compromiso, adoptado de forma oscurantista y al margen de cualquier órgano fiscalizador del Consistorio, debe quedar en suspenso hasta que se constituya la nueva Corporación y que sea ésta la que decida qué hacer con un acuerdo que resulta escandaloso tanto por las formas como por el fondo de la cuestión".

El pasado 26 de febrero, el alcalde firmó un protocolo de colaboración con el Arzobispado por el que se comprometía a abonar 1,5 millones de euros (el 50%) del coste de la rehabilitación integral de la iglesia, declarada Monumento Nacional y Bien de Interés Cultural. Finalmente, y por problemas administrativos, según afirmaron fuentes municipales, este protocolo no se pudo desarrollar en el convenio de colaboración en el que se deberían establecer las fechas y modos de pago. Tras una reunión con el Arzobispado, Zoido se comprometió en buscar una nueva fórmula para contribuir a la restauración que finalmente se materializó en el acuerdo de patrocinio con Emasesa, aunque la cantidad aportada se reducía a poco más de 400.000 euros, frente a los 1,5 millones prometidos en diciembre.

En el año 2008, para una anterior intervención en el templo centrada en las cubiertas, el Arzobispado, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento, gobernado entonces por el PSOE e Izquierda Unida, firmaron un convenio para contribuir a la restauración de la iglesia. El Gobierno municipal de coalición se comprometió a abonar 705.059 euros. La federación de izquierdas denuncia que la labor de Emasesa no es financiar la rehabilitación del patrimonio: "En una situación de emergencia social como la actual, el Ayuntamiento de Sevilla debería tener otras prioridades en mente antes que lanzarse a costear la recuperación de un edificio propiedad de la Iglesia, que ni siquiera paga el IBI".