La Policía Nacional renovará su cúpula en Sevilla tras la marcha del jefe de la comisaría provincial, Juan José Rojo González, que se jubila en los próximos días. Rojo deja la Policía ocupando un puesto en el que lleva desde la creación del mismo, en enero del año 2006. La Jefatura Superior aún no ha anunciado el nombre del que será su sucesor, pero el hombre que aparece en todas las quinielas es José Manuel Espina, quien fuera jefe de la unidad adscrita a la Junta de Andalucía a lo largo de siete años.

En estos dos últimos años, son ocho los altos cargos de la Policía que se han jubilado o tienen previsto hacerlo en los próximos meses, lo que supone una auténtica renovación en la escala de mandos del cuerpo. En 2014 se marcharon el jefe superior de Andalucía Occidental, Miguel Rodríguez Durán; el jefe de la Brigada de Extranjería, Domingo Martínez Carrasco; y el jefe de la comisaría del distrito Este-Torreblanca, José Aulet Marcos. Para 2015 son otros cuatro los comisarios que ocupan puestos de relevancia en la Jefatura Superior los que cumplen los 65 años: el jefe de la comisaría provincial de Sevilla, Juan Rojo; el jefe de la Brigada de Información, Manuel Piedrabuena; el jefe de la comisaría del distrito Sur, Simón Bernal; y el jefe de la comisaría de Alcalá de Guadaíra, Luis Lucena.

Con la marcha de Rojo se produce el primer relevo al frente de la comisaría provincial, un puesto que no había conocido otro jefe desde que fuera creado. Antiguamente, las provincias que eran sede de jefaturas, como es el caso de Sevilla, no tenían comisarías provinciales, sino que era la Jefatura la que asumía este trabajo de facto. En 2006 se crearon comisarías provinciales para descargar de trabajo a las Jefaturas, sobre todo en lo que respecta a cuestiones operativas, organización del servicio y reparto de turnos de trabajo.

En este apartado, Juan Rojo ha chocado frontalmente contra los sindicatos policiales, algunos de los cuales han llegado a mostrar públicamente su alegría por la jubilación. Rojo se ha mantenido en el cargo pese a los continuos cambios en el Gobierno central, que sí se tradujeron en relevos de jefes superiores. Los cambios políticos nunca le afectaron a él, que ha pasado sus últimos nueve años de trabajo en un puesto diseñado para comisario principal sin serlo. En este periodo ha conocido a cuatro jefes superiores: Enrique Álvarez Riestra, Antonio Jesús Figal, Miguel Rodríguez Durán y Francisco Perea Bartolomé.

Rojo es licenciado en Periodismo y miembro de la Asociación de la Prensa de Sevilla. Fue jefe de prensa de la Policía Nacional en la capital andaluza durante años, antes de que ascendiera a comisario. Siendo todavía inspector jefe, se hizo cargo durante un tiempo de la comisaría del distrito Este, y en 2003 asumió el mando de la Unidad de Gestión de la Jefatura Superior.

Su gran logro ha sido la creación del Grupo Hércules, la unidad de motos que patrullan por el casco histórico, donde la delincuencia se ha reducido de manera notable. La unidad comenzó casi de manera experimental a mediados de la década pasada, pero fue ampliándose en función de los excelentes resultados cosechados.

En estos nueve años, la delincuencia ha experimentado un cambio importante. En su discurso de toma de posesión, Rojo se centró principalmente en la violencia juvenil, que definió como "desmesurada". Era enero de 2006, momento álgido de las pandillas de canis y del vandalismo. Hoy ese tipo de agresiones se han reducido bastante y en cambio han subido los delitos relacionados con las nuevas tecnologías y robos en viviendas y de vehículos. Desde 2006 hasta hoy, los índices de delincuencia han ido bajando y la plantilla de la Policía creciendo. Como a todos los agentes de Sevilla, y aunque el caso no dependiera de él, le quedará una espina clavada: no haber encontrado a Marta del Castillo.