TIEMPO El último fin de semana de abril llega a Sevilla con lluvia

DERBI Horario y dónde ver el Betis-Sevilla

Evolución demográfica

La recuperación económica reduce un 30% las emigraciones

  • La tibia mejoría financiera no impide que el saldo migratorio en la provincia siga siendo negativo. El 30% de los que dejan Sevilla son españoles y casi el 20%, sudamericanos.

Los años de la crisis han servido de revival de la década de los 60 del pasado siglo. Aquellos años en los que miles de españoles cruzaban la frontera en busca de un futuro más provechoso que el que les ofrecía la tierra que les vio crecer. Medio siglo después la estampa se repite. Aunque con una clara diferencia. En aquel entonces eran nativos con escasa preparación o con una formación muy básica los que no encontraban un porvenir laboral en España. Ahora han sido jóvenes con una alta preparación los que se han visto obligados a emigrar ante las escasas posibilidades de encontrar un empleo acorde con su cualificación.

Sevilla no ha permanecido ajena a esta situación. Desde que estalló la crisis no han sido pocos los sevillanos que han buscado fuera de las fronteras españolas un futuro que les negaba el país. Dicha tendencia se ha mantenido con cifras por encima de los 5.000 desde 2010. Fue en 2013 cuando se alcanzó el récord en este periodo, con 8.154 emigrantes que procedían de la provincia sevillana. El año pasado esta cantidad se redujo, como constata el último informe del Instituto Nacional de Estadística (INE), que refleja una disminución de las emigraciones, consecuencia de cierta recuperación económica que aún resulta demasiado tibia como para evitar que el saldo migratorio sea negativo.

Por tal concepto se entiende la diferencia entre los inmigrantes y los emigrantes, es decir, los que llegan a los municipios sevillanos y los que se van. En 2014 esta diferencia volvió a ser negativa. Son más los que se marchan, aunque con una diferencia menor que la de 2013, cuando se registró un saldo de -3.148 personas. El pasado ejercicio esta cantidad se redujo a -449, lo que supone una disminución del 84%.

Esta caída obedece a la referida merma en las emigraciones. Si en 2013 fueron 8.154 personas las que dejaron la provincia para irse al extranjero, en 2014 lo hicieron 5.750, por lo que dicho flujo se redujo casi un 30%. La emigración vuelve, así, a niveles cercanos a los de 2010, cuando se marcharon 5.296 ciudadanos. Sin embargo, esta reducción no significa que la provincia se haya convertido de nuevo en una zona de atracción, pues el número de emigrantes supera levemente al de los inmigrantes, que el año pasado alcanzó los 5.252.

Se regresa, de este modo, a la senda de 2012, cuando se registró un saldo negativo de -406. En los dos primeros ejercicios de esta década las inmigraciones habían superado a las emigraciones. Especialmente en 2011, cuando el saldo positivo fue de 2.066. Queda claro, por tanto, que muchos extranjeros que vinieron a la provincia buscando un porvenir se marchan ahora tras constatar las pocas alternativas para prosperar. El informe del INE también revela un dato interesante al respecto: de los que abandonaron los municipios sevillanos en 2014, el 32% tenía nacionalidad española (1.864), el 19% procedía de países sudamericanos (1.093), el 18% de la Unión Europea (1.044) y un 16% de África (920).

Si se compara con los que llegan, se produce un saldo positivo en los que proceden de países que comparten el euro (1.391) al suponer el 26% de los inmigrantes de la provincia; seguidos más de lejos de los sudamericanos (883), que representan el 16%; y los africanos (758), que tienen una cuota del 14%. Por tanto, en los latinoamericanos se registra un déficit, debido en buena medida a las políticas de retorno que se han puesto en marcha en sus países de origen. También el saldo es negativo entre los africanos, al ser más lo que se marchan.

En toda Andalucía el saldo migratorio es positivo, pues la población ha ganado 2.465 personas. La provincia de Sevilla supone, pues, una excepción junto con las de Almería (con el saldo negativo más importante, al perder 2.455 empadronados), Granada (-619), Córdoba (-79) y Jaén (-25). En el lado opuesto se encuentran Cádiz, que suma 349 ciudadanos; Huelva, con 152 y Málaga, que rompe todos los esquemas con un saldo positivo de 5.641, lo que convierte a esta provincia en la verdadera tabla de salvación de la evolución demográfica andaluza, debido en gran medida a las alternativas laborales que presenta su costa.

Entre 30 y 34 años, los que más se van

Los emigrantes que salen de la provincia de Sevilla para labrarse un futuro mejor tienen una edad comprendida entre los 25 y 39 años. Son los principales grupos de dicho colectivo. Entre los 20 y 24 años lo conforman 460 personas. Entre los 25 y 29 son 989, mientras que el siguiente tramo de edad (30-34) lo constituye el grupo más numeroso, con 1.032 (el 18% de los emigrantes). Le sigue luego el de los que tienen entre 35 y 39 años, con 751. Se trata, por tanto, de personas jóvenes que desean encontrar un empleo o un trabajo en mejores condiciones que el que poseen aquí. Respecto a las inmigraciones, en 2014 se produjo un repunte, con 5.250 personas que llegaron a la provincia, respecto a 2013, cuando lo hicieron 5.006. En 2011 se logró la cifra más alta de este periodo, con 8.070. 

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios