La ley dicta que los comercios son libres de ofertar descuentos en cualquier época del año. Las tradicionales rebajas, con una fecha de inicio y fin bien enlatadas, pertenecen al pasado y las asociaciones de comerciantes así lo defienden, intentando, incluso, que los medios no sigan perpetuando esta tradición. Sin embargo, el bullicio y el gran ambiente vivido este miércoles en las calles del centro hacen pensar que esta idea aún no ha calado lo suficiente en los consumidores, que siguen esperando al 1 de julio para encontrar alguna ganga.

"Las tiendas están llenas desde primera hora de la mañana. Hay mucho ambiente, más que otros años", apunta una de las dependientas de la cadena francesa de productos para la piel L'Occitane. "Parece que la gente se está animando a comprar". Desde la tienda de ropa El Ganso, en la calle Sierpes, las sensaciones son similares: "Las previsiones son buenas. Parece que las ventas remontan. Pero aún es pronto, es el primer día", señala con cautela uno de los empleados. Ambas marcas comenzaron ayer sus rebajas.

"Hace tiempo que no veía las calles con tanto público en rebajas, y, lo mejor de todo, es que llevan bolsas", destacan Rosa García, encargada de una de las zapaterías de la zona. "Antes era muy común ver a gente paseando, entrando en las tiendas y echando un vistazo, pero la mayoría se iba con las manos vacías, no veías muchas bolsas por la calle. No es que la situación haya cambiado radicalmente, pero se ve cierto cambio, el comercio se está despertando", añade.

Una madre le prueba a su hija unas sandalias rojas mientras vigila a otro pequeño que espera sentado en un carrito de bebé cargado de bolsas. "Como te muevas se va a caer el carrito", le avisa su madre en un intento por mantener bajo control al niño y al carrito. "He esperado hasta hoy para comprar zapatos a mis hijos con la esperanza de ahorrarme algunos euros", comenta esta madre. "Yo ya no me compro nada por capricho, sólo si realmente lo necesito. Pero los niños son distintos, crecen muy rápido, aunque admito que apuro mucho: le saco al pantalón hasta el último centímetro que puedo".

La Consejería de Salud, a través de la Secretaría General de Consumo, recomienda a los consumidores que los productos ofertados deben ser los mismos que los vendidos en periodos ordinarios, sin que ello suponga una disminución de la calidad pero sí del precio. Consumo acaba de iniciar una nueva campaña para comprobar si los establecimientos que anuncian descuentos cumplen los requisitos establecidos por la normativa vigente. Inicialmente, en Sevilla capital están previstos 77 controles.