El pasado domingo falleció el empresario Carlos Beca Iglesias a los 90 años. Este sevillano, que nació en Alcalá de Guadaíra el 25 de septiembre de 1924, se licenció en Derecho por la Universidad de Deusto (País Vasco) y ha destacado siempre por su interés en modernizar la agricultura andaluza. "Nunca ejerció la abogacía, pues desde bien temprano se volcó en los negocios familiares, enfocados al cultivo del arroz, en los que aplicó técnicas nuevas", explica Alfonso Beca, el penúltimo de los nueve hijos que tuvo con Dolores Soto Camino, de la que enviudó hace unos años. Tal fue su vinculación con este sector que llegó a ser presidente del sindicato arrocero en la década de los 60.

La agricultura no fue el único ámbito en el que se desarrolló profesionalmente, pues también puso en marcha otros proyectos, como un laboratorio de vacunas veterinarias en Lugo o la fábrica de escopetas Huracán.

En su faceta política, Carlos Beca ocupó el cargo de diputado de beneficiencia en la Diputación de Sevilla, cuando la administración provincial estaba presidida por Miguel Maestre Lasso de la Vega. Bajo su responsabilidad se encontraban el antiguo Hospital de las Cinco Llagas (actual Parlamento de Andalucía), la Casa Cuna y el Patronato de Casas Baratas, acciones, por tanto, dirigidas a la población más desfavorecida.

Su apuesta por el emprendimiento empresarial le llevó a implicarse en la creación y puesta en marcha de la Fundación San Telmo, de la que era patrono. Ocupó, además, la presidencia de la Fundación Cultura Andaluza y de la asociación de padres de alumnos de los colegios Tabladilla y Entreolivos.

Miembro supernumerario del Opus Dei, fue hermano de la Santa Caridad, del Gran Poder (en cuya cofradía participó muchos años) y del Rocío de Triana, corporación con la que peregrinó muchas primaveras a la aldea almonteña.