Dos ladrones asaltaron ayer una casa de Sevilla Este y le propinaron una paliza a la hija de la dueña de la vivienda, a la que amordazaron, maniataron y golpearon varias veces con una barra de hierro. La mujer tiene numerosos hematomas en distintas zonas del cuerpo, sobre todo en los brazos, la espalda y los glúteos, así como heridas en el labio. El marido de la víctima, que llegó a la casa durante el robo, también fue maniatado y amordazado. Los ladrones se llevaron un botín de entre 15.000 y 20.000 euros que la familia guardaba en una caja fuerte, varias joyas, un reloj y una tableta electrónica.

Los hechos ocurrieron a las nueve y media de la mañana de ayer en una casa de Sevilla Este. La víctima es la hija de los dueños de la vivienda, que están pasando las vacaciones fuera, por lo que ella está residiendo con su familia en casa de sus padres estos días. Los ladrones aprovecharon que el marido de la víctima había salido a pasear al perro. Llamaron a la puerta y la mujer, creyendo que era su marido de vuelta, abrió. Los delincuentes entraron en la casa, maniataron y amordazaron a la víctima y la llevaron a un sótano de la casa. Allí la golpearon reiteradamente con una barra de hierro, mientras le preguntaban insistentemente dónde se guardaba el dinero.

El marido llegó en ese momento y fue retenido por uno de los ladrones, que también lo maniató y lo amordazó. "Oí cómo le pegaban a mi mujer en el sótano, pensé que la iban a matar si no les decía dónde estaba el dinero", dijo ayer a este periódico el hombre, que prefirió mantener el anonimato. Por ello, indicó a los ladrones dónde estaba la caja fuerte y les entregó el dinero que había en su interior. Las víctimas del robo estiman que debía haber entre 15.000 y 20.000 euros, que procedían de la recaudación de varios salones de juego que regenta la familia, y que tenían previsto ingresar en el banco.

El hecho de que el robo se cometiera el día que había dinero en la casa lleva a pensar que los ladrones manejaban información privilegiada. Los delincuentes no iban encapuchados y sólo llevaban gafas de sol espejadas. La Policía Científica estuvo ayer realizando una inspección ocular de la vivienda para tratar de identificar a los autores. Es el segundo robo que se registra en la misma casa en las últimas tres semanas. En aquella ocasión, la casa estaba vacía y los ladrones entraron de noche reventando la puerta, que todavía no ha sido arreglada. La casa está protegida por una alarma pero las víctimas se quejan del servicio que les ha prestado la empresa de seguridad.