los invisibles

"Yo sigo utilizando en las crónicas las expresiones ariete y golpe franco"

  • Benito Castellanos Carranza. Pionero de las crónicas de fútbol modesto, este Heródoto del Algabeño se jubila como periodista de la Delegación del Gobierno en la plaza de España

NO ficharía a Messi ni a Cristiano Ronaldo para el Algabeño, equipo al que dedicó un libro, Ojos que acarician el pasado, que ya quisiera el Liverpool. Benito Castellanos (La Algaba, 1950), tiene siete mil naranjas, le gustan las motos y el cine de Hitchcock.

-¿El fútbol modesto es para un periodismo modesto?

-El periodismo es periodismo. El fútbol modesto genera muchas noticias, mucho interés. Es un fútbol humilde. El fútbol profesional debería reconocer esa humildad y si no lo hace es porque no reconoce su propia mugre.

-¿Qué le llegó antes, el fútbol o el periodismo?

-Los dos a la vez. Con cuatro años ya radiaba partidos ficticios. Usaba un carozo, la parte seca del maíz, como micrófono y lo hacía en plena calle, delante de los vecinos. Narraciones en las que aparecían Kubala, DiStéfano y sobre todo el Betis y el Sevilla.

-¿Cuándo la ficción es real?

-Cuando en 1957 aparece el Atlético Algabeño. Con siete años empiezo a anotar los resultados y los autores de los goles en un cuaderno que todavía conservo y que me ha servido para contar la historia cronológica del equipo por el que han pasado leyendas como Pedro Bazán, el que más goles marcó en un partido de Segunda, o Cabrera Bazán, que jugó en el Betis y el Sevilla y fue senador. Dio hasta un Pichichi, Diego Tristán, que lo fue en el Deportivo.

-En la guerra El Algabeño se asociará con otra historia...

-Con el torero José García Carranza, amigo de Queipo.

-¿Conoció el teatro Algabeño?

-Fue muy importante en mi pueblo en el final del franquismo. Coetáneo del Teatro Lebrijano que fundó Juan Bernabé. Távora participó con Quejío.

-Ojos que acarician el pasado. Parece un premio Adonais...

-No es un libro triunfalista, como la mayoría de las historias de fútbol. Es un recuerdo agradable con algunas historias desagradables, como la de la agresión que sufrí por parte de un presidente del equipo por denunciar una alineación indebida por la que le quitaron los puntos al equipo.

-¿Su primera crónica?

-Un Camas-Algabeño que terminó 1-4. Esa misma temporada, en junio de 1967, hice la foto más importante de la historia del Algabeño. Fase de ascenso a Tercera División. El equipo perdió 3-1 en La Palma del Condado.

-Fue el año que matan a Robert Kennedy. ¿Hizo periodismo de política internacional?

-He hecho periodismo local, tanto en prensa como en La Voz del Guadalquivir, donde coincidí con Pilar del Río, que era de mi promoción. La de Juan Teba, Antonio de la Torre, Gloria Gamito, Félix Machuca. He hecho también reportajes de la noche de Sevilla. Una vez vino Susana Estrada a presentar la película Las posturas del Kamasutra,que se estrenaba en el Regina, y me echó de la rueda de prensa. No le gustó que le preguntara por el sorteo entre los espectadores de un vale de 24 horas de pasión con ella.

-Nace el verano de 1950. El del gol de Zarra a Inglaterra en Maracaná que radió Matías Prats...

-Después de mí nacieron muy pocos niños en La Algaba. La última fue mi hermana María José porque el mismo año inauguraron el hospital Macarena. Ella es química y fue la alumna más antigua del instituto Velázquez.

-¿Cuándo empieza con el fútbol modesto?

-Lo hacían de forma informal Nicolás Salas e Ignacio García Ferreira. Yo soy el primero que lo sistematizo y además por primera vez en la prensa empiezo a meter el fútbol de los infantiles, que dependían de la Delegación de Juventudes. Tenía el local en la calle Betis, donde después estuvo la sede de la UCD.

-¿Aficionado o enciclopedista?

-Hice el COU nocturno en el San Isidoro y la profesora de Francés, que no tenía ni idea de fútbol, me pidió que desarrollara un tema en ese idioma. Le hablé de la lesión de Johan Cruyff que le impidió jugar una final de la Copa de Europa con el Ajax.

-¿Dónde llegó la leyenda del Algabeño?

-En una visita del rey Juan Carlos a Sevilla, para ver cómo iban las obras de los pabellones de la Expo, yo acompañé a los periodistas. Llevaba el escudo del Atlético Algabeño en mi americana. El Rey se fijó en él, me preguntó y le dije: Majestad, éste es el rey del fútbol provincial. Se lo regalé al monarca. Era un escudo que me había costado quinientas pesetas. El de plata no se lo regalo.

-Treinta años en la delegación del Gobierno...

-Entre 1984 y 1989 estuve con Alfonso Garrido en el Gobierno Civil. Del 94 al 97, Amparo Rubiales me trasladó al gabinete de prensa de la Jefatura de Policía.

-¿Vio a Juan Guerra?

-Yo estaba en la torre Norte y Juan Guerra en la torre Sur. Coincidíamos muchas veces tomando café en el Citroen.

-¿Las aficiones del aficionado?

-El cine de Hitchcock y las motos.

-En la biografía de Kanouté, Juan Antonio Solís cuenta que el West Ham United era el equipo del cineasta inglés...

-He visto todas sus películas tres y cuatro veces. Me las sé de memoria. La última que he visto en el cine es La Isla Mínima.

-¿Una historia del fútbol es un libro de historia?

-En el mío se cuentan muchas cosas: el hundimiento del puente o un partido del Algabeño que coincidió con una visita de Adolfo Suárez a la Algaba. El único presidente del Gobierno que ha visitado mi pueblo.

-¿Benito por quién?

-Mi abuelo Benito. Mi padre se fue a la guerra con 16 años para salvarlo, porque era republicano.

-¿Y su madre?

-Es casi centenaria. Mi tío José María Carranza murió con 95 años y mi abuelo materno con 98. Alfonso XIII le dio la medalla al mérito agrícola en 1928 por batir el récord de recogida de algodón. El premio era una cosechadora, una sembradora y una regabina, un arado del que tiraba una yunta. Se hizo del Calvo Sotelo por la quiniela.

-¿Hablan bien los cronistas?

-Yo sigo usando la palabra ariete, con la que llamé a una revista de fútbol gratuita y en color. Escribo fuera de juego y golpe franco, que es la falta directa.

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