Un robo en un céntrico convento con frailes en su interior en pleno mes de agosto. En el Santo Ángel pueden dar buena cuenta de ello. Hasta 23.000 euros en piezas de orfebrería han desaparecido de una de las dependencias de la casa de los carmelitas descalzos. Un ángel de la guarda labrado en plata por Juan Fernández hace ocho años (valorado en siete mil euros); un llamador de metal plateado realizado por Juan Borrero o cuatro jarras de metal plateado son los enseres pertenecientes al paso de la Virgen del Carmen que han desaparecido del convento. Tampoco se encuentran varios candeleros, candelabros y un llamador plateado del paso de Santa Teresa.

"Afortunadamente no ha habido que lamentar daños personales, ya que el convento siempre permanece habitado por los frailes. No ha afectado al patrimonio artístico del templo ni de la sacristía, tampoco a las obras de arte de pintura y escultura conservadas en la clausura conventual carmelita", reza un comunicado de la orden. El robo no afectó al ajuar de la Virgen del Carmen, del niño Jesús de Praga o Santa Teresa. Tampoco al patrimonio de orfebrería de plata antigua de los carmelitas. "La comunidad lamenta este incidente ya que el patrimonio sustraído ha sido fruto del esfuerzo y sacrificio de muchos años de trabajo como señal de devoción a la Virgen del Carmen".

La notificación del robo a la Policía Nacional tuvo lugar el 31 de agosto. Fuentes de la investigación señalaron a este periódico que se desconoce la fecha exacta del robo o el modus operandi que llevaron a cabo los ladrones para sustraer los enseres del interior del convento. Los agentes se encuentran peinando el mercado negro para dar con el paradero de las piezas de los carmelitas.

Los robos y saqueos a iglesias y hermandades se producen con relativa asiduidad. Bien sean joyas, enseres o dinero en metálico, diversas corporaciones de la ciudad han sufrido en sus carnes la actuación de los amigos de lo ajeno que, en muchas ocasiones, ponen sus miras en las casas de hermandad, templos o almacenes de enseres que, en la mayoría de los casos, no cuentan con las necesarias medidas de seguridad para proteger las obras de arte, como alarmas o puertas de seguridad.

El último caso tuvo lugar en la Basílica de la Macarena. A principios de año, la Policía Nacional detuvo a un hombre que robó del interior del templo una jarra de plata del paso de la Virgen de la Macarena. La pieza tiene más de cien años y un gran valor histórico. El autor del robo, que contaba con antecedentes policiales por delitos contra el patrimonio, se llevó la jarra dentro de una bolsa de plástico.

Hace tres años y medio, la Hermandad de las Siete Palabras sufrió el robo de las bambalinas del antiguo paso de palio de la Virgen de la Cabeza y otros enseres del paso del nazareno de la Divina Misericordia, como dos de las águilas bicéfalas de las esquinas del canasto y el óvalo de una de las cartelas. El saqueo tuvo lugar en un almacén que la cofradía del Miércoles Santo tiene en la calle Medalla Milagrosa, en la zona de la Cruz Roja. El hermano mayor señaló que las piezas sustraídas no estaban aseguradas.

En el año 2009, las corporaciones de los Desamparados del Parque Alcosa y la Misión de Heliópolis sufrieron sendos robos en sus dependencias. En la primera de ellas, los cacos se llevaron la bebida del bar y un reproductor de DVD. En el caso de la cofradía del Claret, los ladrones, que se descolgaron por una ventana, saquearon la caja fuerte y se llevaron las joyas de la Virgen y una importante cantidad de dinero.