Nuevo cambio de tendencia. Las peticiones de licencia de bares y restaurantes para instalar veladores en las terrazas descienden un 26% para 2016. De las 9.908 solicitudes que recibió la Gerencia de Urbanismo el año pasado, se pasa ahora a 7.275. Una bajada que obedece a varias causas con un denominador común, las fuertes oscilaciones que sufre el sector hostelero. Un ejemplo: la ciudad cuenta hoy con 12.192 veladores autorizados, 2.284 más que cuando se cerró el plazo anual para renovar los permisos. Esta fluctuación no es nueva, ya que se viene repitiendo en los últimos años. En 2014 se renovaron 4.677 licencias, mientras que un año antes fueron 7.266. Esta última cifra de veladores es pareja a la de 2016.

Abordar la simplificación administrativa para la renovación de las licencias de veladores para todos aquellos hosteleros sobre los que haya constancia de que cumplen escrupulosamente la legalidad vigente es uno de los propósitos que se marcó este lunes la constituida comisión de veladores y terrazas de Sevilla. La intención de esta mesa de trabajo, formada por distintos departamentos del Ayuntamiento y las asociaciones de hosteleros y vecinos de distintos barrios, es aliviar así la carga burocrática que soportan los empresarios.

La comisión elaborará, al margen de las cuestiones urgentes que puedan aflorar, un plan de ordenación de determinados espacios con carácter previo a la concesión de las licencias para veladores, definiendo qué usos se quieren para cada viario público y qué carga de veladores y terrazas puede éste soportar. Esta medida afectará principalmente a distintos sectores del casco histórico y a la trianera calle Betis, las zonas más saturadas de la ciudad.

Revisar las actuales ordenanzas municipales para consensuar si es o no necesario modificarlas será otro de los objetivos de una comisión que, según Antonio Muñoz, debatirá "las veces que sea necesario" sobre los veladores, "unos recursos fundamentales para la actividad turística que hay que compatibilizar con la movilidad de las personas y el derecho al descanso y al disfrute del viario público". La normativa fija que los hosteleros han de recoger las mesas a la una de la madrugada. Dicha restricción resulta más severa para los establecimientos que posean veladores en zonas acústicamente saturadas (ZAS), donde han de recogerse a las 23:00, con la única excepción de los días de Semana Santa, Feria, festivos y vísperas de festivos. También establece tres tipos de sanciones según la gravedad del incumplimiento. Para las leves, las multas oscilan entre los 600 y 2.999 euros. Las infracciones graves suponen una pena económica de entre 3.000 y 5.999 euros. Las muy graves, de entre 6.000 y 120.000 euros. Aquellos negocios que sumen tres sanciones graves y dos muy graves perderán la licencia por reincidencia. Entre el último tipo de multa se incluyen aquellos veladores en los que no se aprecien las delimitaciones que marcan el espacio permitido.

"Diálogo, diálogo y diálogo". Ésa es la receta que propone el delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, quien expuso que no cabe criminalizar al conjunto de los veladores porque haya quienes "incumplen las ordenanzas", y recordó que los propios empresarios son los primeros interesados en evitar la competencia desleal. En la comisión ejecutiva de la Gerencia de Urbanismo de la semana pasada se impusieron doce sanciones a empresarios reincidentes por incumplir la ordenanza tras haber sido multados una primera vez, una segunda, una tercera y hasta una cuarta vez. El vicepresidente de la Asociación de Hosteleros de Sevilla, Antonio Palomino, destacó que se sanciona a un 3% de los titulares de licencias, siendo en la mayoría de los casos los mismos propietarios de los establecimientos.