AUDREY Hepburn y Marilyn Monroe presiden el altar de su despacho, donde guarda en carpetas las críticas de más de quince mil películas. Francisco Casado (Alcalá de Guadaíra, 1942) ya ha hecho su quiniela de los Goya.

-¿Alguna crítica de películas de Mariano Ozores?

-Si abrimos al azar (saca una de las carpetas), aquí está Fin de Semana al desnudo, que dirigió en 1974 con Alfredo Landa, Lina Morgan y Máximo Valverde.

-¿Habló con él alguna vez?

-No. Sí conocí a Steven Spielberg. Conservo el autógrafo que me firmó en la invitación al estreno en Madrid de Encuentros en la Tercera Fase.

-¿Estuvo con Orson Welles en la reunión del Alfonso XIII?

-Ese día estaba trabajando.

-¿Su primera crítica?

-En 1956. Una película de piratas en el cine Bécquer.

-¿Cómo nace su afición al cine?

-Mi padre le llevaba la máquina al dueño del cine San Mateo, en Alcalá. Yo me sentaba en la última fila y empecé a aficionarme a las películas de coches y de caballos, o sea, las policiacas y las del Oeste, dos de mis géneros.

-¿Quién le despierta la afición a la crítica de cine?

-Romualdo Molina en Radio Vida.

-Es paisano de Claudio Guerin, el cineasta que murió al caer de un campanario en Galicia...

-Iba a un curso superior al mío en los Salesianos.

-¿Qué aprendió en el festival de cine de Sevilla?

-Fui jefe de prensa. La primera edición la dirige Paco Millán, que era vecino mío. El segundo año viajé con Alfonso Eduardo Pérez Orozco a promocionar el festival de Sevilla en Cannes y San Remo.

-Es uno de los pioneros de Asecan, la Asociación de Escritores Cinematográficos...

-Javierre nos llamó para que hiciéramos una página semanal de cine en 1968 en El Correo. Reunimos los artículos en Cine Aquí y Ahora, el primer libro de cine que publicó la Universidad de Sevilla.

-¿Fundan el cine-club universitario?

-Lo refundamos. Rafael Utrera estudió Filosofía, Juan Fabián Delgado Historia. Yo dejé Medicina en primero porque mi padre se arruinó con un negocio de harina y me tuve que poner a trabajar. Estuve nueve años en el cortijo El Judío, más allá del Vacie, trabajando en protección de vuelo. El seguimiento de los aviones en las carreteras del aire.

-¿Qué llega antes aquí, Brigitte Bardot o la 'nouvelle vague'?

-La nouvelle vague cambió el cine en general. Sacan las cámaras a la calle, sin iluminación. Hacen el travelling en carritos de la compra y sillas de ruedas, sin esa dimensión espectacular del cine americano, con tanta gente detrás de la cámara.

-¿Antes se hacía cine y ahora 'sólo' se hacen películas?

-La diatriba de Malraux y el séptimo arte. Si no hay industria no hay arte. Si las películas no se pueden financiar, no hay cine.

-¿Cuál es la película que ha visto más veces?

-Cantando bajo la lluvia. La he llevado en algunas conferencias para reflejar el paso del cine mudo al cine sonoro. Y fue la primera película que vi con mi novia, hoy mi mujer, en el Coliseo. Después la llevé a ver La terra trema de Visconti en versión original y en blanco y negro.

-¿La Universidad fue cantera de aficionados?

-El cine-club lo llevamos al pabellón de Uruguay. Las poníamos en 16 milímetros. Un día dábamos Madame de..., de Max Ophüls, se estropeó la máquina y tuve que pasar el rollo con el dedo para no tener que devolver las entradas con las que pagábamos la película. Allí coincidimos con Alfonso Guerra, en el TEU.

-¿Era tan cinéfilo como dicen?

-Creo que sí. Cuando murió Truffaut, Guerra llamó a Pepote (José Rodríguez de la Borbolla) para conseguir una película del cineasta francés. Pepote me llamó y le busqué una copia de El último Metro. Vino Guerra a verla y le hice una entrevista en un programa de cine de Televisión Española en la Palmera. La entrevista abrió el telediario ese día.

-¿La censura era ciega?

-Lo veía todo. Asecan ha expuesto las escenas cortadas de La tía Tula, la película que Miguel Picazo hizo sobre la obra de Unamuno. No sólo cortaban desnudos, sino relaciones extraconyugales, como en Mogambo.

-¿El rodaje de 'El Cid', 'Doctor Zhivago' o '55 días en Pekín' potenció la industria española?

-El elemento dinamizador fue el espagueti-western.

-¿Y la vocación de médico?

-Por mi tío y padrino, que era oculista y tenía la consulta debajo de mi casa. Algunas veces le eché una mano como ayudante.

-Antes se hablaba de la escuela sevillana de fútbol y ahora es la escuela sevillana de actores...

-La industria andaluza la crea Pancho Bautista con Manuela y María, la santa. Antes siempre había que ir a Madrid para todo.

-¿En los cines saben que es crítico de cine?

-Los porteros me conocen y me dejan pasar.

-¿Y las palomitas?

-Odio las palomitas en el cine. Suelo ir los viernes a primera hora, que es cuando menos gente va al cine. Los sábados y domingo va un público muy palomitero.

-¿Una película española?

-La caza de Saura, por ejemplo.

-¿Recuerda una ceremonia de los Goya con un presidente en funciones?

-Parece una comedia de Mariano Ozores.