Sevilla

El padre de los químicos sevillanos

  • Homenaje al catedrático de Química Inorgánica Francisco González García en el centenario de su nacimiento

El Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Sevilla (Irnas), perteneciente al CSIS (Centro Superior de Investigaciones Científicas) rindió ayer un homenaje a su fundador, el catedrático de Química Inorgánica Francisco González García (1916-2004), rector de la Universidad de Sevilla entre 1978 y 1982. Quienes lo conocieron destacan su vocación docente, así como su "gran formación y sabiduría".

Con motivo del centenario de su nacimiento, el Irnas ha querido dar a conocer a los jóvenes científicos su trayectoria y aportaciones a la química inorgánica española en las primeras décadas de la segunda mitad del siglo XX, principalmente. El acto, celebrado en el salón de actos de Irnas, estuvo presidido por el actual rector de la Universidad del Sevilla, Miguel Ángel Castro, y José Enrique Fernández, director del Irnas-CSIC. Tras una conferencia del profesor Francisco Cabrera -titulada Francisco González García y la investigación en Edafología y Agrobiología-, la hija del catedrático María Josefa González Vílchez descubrió una placa conmemorativa en el vestíbulo del instituto.

Su prolífica labor científica se refleja en la dirección de decenas de tesis de licenciatura, más de 50 tesis doctorales, y en la publicación de alrededor de 180 trabajos científicos originales en diversos campos de la química. En 1975 fue distinguido, a propuesta del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, con el Premio Nacional de Investigación en Ciencias. También recibió la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso el Sabio, sección al mérito docente.

Padre de seis hijos -entre ellos Miguel González Vílchez, arquitecto jefe de la Universidad de Sevilla hasta su jubilación en 2011-, más de 30 catedráticos, y un número superior de investigadores científicos y profesores constituyen su descendencia académica. Uno de ellos, el catedrático Ernesto Carmona Guzmán, galardonado con multitud de premios por su trabajo, entre ellos el Rey Jaime I en Investigación Básica en 2010.

Natural del pueblo granadino de Cacín, el profesor González García fue rector entre 1978 y 1982, una etapa clave en un contexto social de transición política. Su propia visión de la química, según explican sus colegas de profesión, le llevó a incentivar áreas de "gran importancia", como las Ciencias del Suelo, sobre todo la Edafología, la Química de las Superficies y la Química del Estado Sólido, entre otras.

En este sentido, entre los años 50 y 60 creó, junto al Consejo Superior de Investigaciones Científicas, el Instituto Coordinado de Edafología y Biología Aplicada (posteriormente conocido como el Irnas). La idea surgió tras su visita a un centro similar en Alemania. Éste se ubico en el Cortijo de Cuarto y fue el segundo centro coordinado que se fundaba en la Universidad de Sevilla, tras el Instituto de la Grasa, y raíz del actual Centro de Investigaciones Químicas de La Cartuja.

En Sevilla ejerció además con una intensa labor de gestión con la dirección del departamento de Química Inorgánica, como decano de la Facultad de Ciencias entre 1962 y 1968 y, posteriormente, como director del Instituto de Ciencias de la Educación, sin olvidar que también fue el primer director de la Academia Sevillana de Ciencias. Francisco González García, según destacó ayer su hija, siempre fue una persona con muchas inquietudes, educación y humildad.

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