Los invisibles · Diego Poley Solano

"Me quedo sin comer por ver 'Salud al Día', soy un acérrimo de Escribano"

  • Vino del pueblo a la ciudad. Fue veinte años karateka y el año de los Juegos de Atlanta abrió el gimnasio de Amor de Dios. Un clásico junto al cine Cervantes.

ES una institución en Amor de Dios, como el cine Cervantes, el instituto San Isidoro o Melado. Diego Poley (Prado del Rey, Cádiz, 1942) abrió el gimnasio en 1996. De Atlanta a Río. Seis Juegos Olímpicos le contemplan.

-De Prado del Rey es el periodista Tom Martín Benítez...

-Hay veces que me quedo sin comer por ver Salud al Día. Soy un acérrimo del doctor Escribano.

-¿El campo es una buena escuela para el deporte?

-La mejor. Mi familia trabajó en la agricultura. Yo con doce años sacaba la yunta de mulas y no paraba hasta que se ponía el sol.

-¿Quién se cansaba más?

-Las mulas, sin duda.

-¿Qué le aportó la ciudad?

-Sobre todo amigos. La prisa me gusta menos. Está entrando en el deporte. Hay cosas que le están perjudicando al deporte, eso de correr y cada veinte metros mirar el reloj. El estrés es malo para todas las patologías.

-¿Qué deportes ha practicado?

-Empecé con el fútbol, un equipo en Guadalema de los Quinteros, uno de los poblados que hizo Franco, pedanía de Utrera. Después hice bicicleta, fui veinte años karateka y abrí un gimnasio entre Triana y Los Remedios.

-¿Imprime carácter estar frente al San Isidoro?

-En mi época no había institutos. Fui al colegio y estudié Nutrición en la Universidad.

-¿Y frente al cine Cervantes?

-Soy de las películas españolas antiguas. Alfredo Landa me gusta mucho, No desearás al vecino del quinto la vi en Utrera. Paco Martínez Soria era un fuera de serie. Eso ya no existe.

-Abre este gimnasio en 1996, año de los Juegos de Atlanta. ¿Un mito olímpico?

-Soy muy bueno para la memoria de las cosas pequeñas, para las grandes soy un desastre. Las cosas pequeñas de cuando era pequeño. Me acuerdo perfectamente cuando mi padre compró la primera yegua moruna o una yunta de mulos en la feria de Zafra, pero de las Olimpiadas nada.

-¿Qué aportó este gimnasio?

-Fue el primero de Sevilla con sala cardiovascular.

-¿Socios con fidelidad?

-Le puedo decir que hay políticos que venían estando en la oposición y vienen en el gobierno.

-Manuel Salinas se pela en Melado, toma café en Las Columnas y viene a su gimnasio...

-Su madre es catalana, su pintura universal, pero es barriero. No se queda ni un día sin venir al gimnasio.

-¿Las barras de abdominales son diván de psiquiatra?

-Viene un muchacho para que le vea una ciática.

-¿Los hábitos han cambiado?

-Internet está perjudicando mucho a la gente. La gente cree que lo sabe todo y después viene con que le duele la rodilla.

-Fue de los primeros en apostar por la 'nueva' Alameda...

-El gimnasio de Triana estaba lleno y mis amigos decían que estaba loco. Cuando llegué esto era una pena y ahora da gusto. Yo vivía en la calle Santa Clara y me fui, no se podía salir a la calle. Ahora vivo en Espartinas.

-¿Qué había en el gimnasio?

-En un lado, un bar, el Sevilla 82, por el Mundial; en el otro, un taller de motos Mobylette.

-¿Es una empresa familiar?

-Yo tengo siete hijos, la mayor con 54 años, el más pequeño tiene 14. Tengo doce nietos y dos bisnietos. En el gimnasio me ayudan tres de las niñas. A diario, Macarena y Sandra, y los sábados Tamara, que trabaja de profesora en las Esclavas.

-¿Qué aficiones tiene?

-Ninguna. Trabajar y mi familia. Prefiero hablar con mi mujer y mis hijos a ponerme a ver fútbol, toros o las motos.

-¿Un deportista?

-Dos. DiStéfano e Indurain.

-Rajoy pudo con Pablo Motos en el andador. ¿Por eso ganó?

-Aznar también le da al deporte.

-¿El camino de Santiago es deporte?

-Me gustaría hacerlo, pero no soy capaz de faltar a mi trabajo. En veinte años habré tenido una semana de vacaciones. Y algún fin de semana en Sancti-Petri.

-¿Resistencia para la crisis?

-Antes de la crisis había de quinentas a seiscientas personas. Ahora ha bajado a un 50%. Los políticos nos están arruinando. Se lo digo a los políticos que vienen al gimnasio. Ha cerrado Fuerza y Salud, un gimnasio de la calle Peral con tres hermanos que llevaban cuarenta años en el tajo.

-¿Cree en la dieta mediterránea?

-Totalmente. Es la vida misma. En mi casa no se come más que dieta mediterránea. Soy un entusiasta. Las personas y los animales somos lo que comemos.

-El hombre es lo que come, decía Feuerbach...

-Claro. El cerdo ibérico no está tan bueno por llamarse cerdo ibérico o por el color, sino porque es un deportista que con su dieta se convierte en un olivo con patas. Es un deportista nato que durante tres meses se alimenta de bellotas y pone en marcha la cadena de los carbonos de su grasa. como el toro de lidia, al que tres o cuatro días a la semana lo saca el garrochista y lo hace correr.

-¿Correr es de cobardes?

-Era un admirador de Rogelio. No he visto a nadie sacar un córner como él. Llevaba razón, el que tiene que correr es el balón. A mí el que más me ha impresionado ha sido Biosca, que pasa mucho por aquí. Decía Santillana que saltando con Biosca nunca cogía un balón de cabeza. Por el gimnasio viene otro histórico del Betis, Rodolfo Orife.

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