El consejo de administración del Puerto de Sevilla resolvió ayer seleccionar la oferta de la UTE compuesta por el grupo valenciano Boluda y por la alemana OPDR para gestionar la nueva concesión administrativa que explotará durante 30 años la terminal de contenedores de la dársena del Batán, junto al puente del Centenario. Con este paso se inician los trámites para otorgar la concesión administrativa de modo que esté operativa en enero del año que viene.

La entrada de OPDR, ligada a la tercera naviera más importante del mundo, que es el grupo CMA-CGM, es clave e indica que las navieras se han fijado en Sevilla. Según datos del Puerto, ambas empresas prevén invertir 14 millones de euros en los dos primeros años en mejorar las instalaciones e infraestructuras de esta zona, una de las que concentran más actividad portuaria y que supone la tercera parte de todo el tráfico de mercancías en el Puerto.

Según la oferta presentada por Terminal Marítima del Guadalquivir (como se denomina la UTE seleccionada), el Puerto de Sevilla verá reforzado el número de líneas regulares que operan con las Islas Canarias y el norte de Europa. Esto repercutirá en un incremento de los tráficos y consolidará su posición como líder en el transporte de contenedores entre el archipiélago canario y la península. Sus previsiones son mover el primer año de explotación 1,3 millones de toneladas. La empresa adjudicataria aportará una nueva grúa portainer para operar en la terminal y agilizar la carga y descarga de mercancía. Para dar respuesta al incremento de tráfico esperado, contempla dotar con más maquinaria la zona de operativa de contenedores en el futuro. Y aportará el sistema telemático TOS que optimizará el movimiento de contenedores y controlará la ubicación de la mercancía.