Sevilla

La Universidad admite un fallo de climatización en la sala cerrada de Medicina

  • La Hispalense explica que este mal funcionamiento causa el mal olor que impide el estudio en este espacio inaugurado en junio

La Universidad de Sevilla admite un fallo en el sistema de climatización de la nueva sala de estudio de la Facultad de Medicina, inaugurada en junio. Esto está provocando desde su apertura desagradables olores a cañería, orines y a podrido, según apuntaron ayer desde la institución académica.

Alumnos y vecinos de la zona que hacen uso de la sala llevan días quejándose de estos fuertes olores y de la imposibilidad de estudiar en este espacio, como adelantó ayer este periódico. Pedro García Vázquez, máximo responsable de la dirección general de Infraestructuras de la Universidad de Sevilla, reconoció que al poco tiempo de abrir esta sala 24 horas al público aparecieron "pequeños olores", aunque "tolerables". "Se inspeccionaron los falsos techos y las arquetas, pero todo estaba limpio. Se sellaron las pequeñas fugas y esperamos un tiempo prudencial, pero el problema no se solucionó".

Tras un análisis minucioso, se comprobó que el problema procedía de la batería de evaporización de la máquina de climatización. Cuando se producen determinadas combinaciones de altas temperaturas y de humedad, la batería genera un desagradable olor que se canaliza por los conductos del aire hasta llegar a los usuarios de la sala de estudio.

Desde la semana pasada, cuando se ordenó el cierre por segunda vez de este espacio, la Universidad está aplicando un tratamiento de limpieza especial a estas baterías, pero el proceso debe ser periódico y sus efectos no son inmediatos, según explica Pedro García. "Hemos contactado con el fabricante para que solucionen el problema y la sala tenga un rendimiento óptimo".

El pasado junio, el rector de la Universidad de Sevilla, Miguel Ángel Castro, inauguró esta nueva sala de estudio abierta 24 horas, con 138 plazas, la segunda de la Facultad de Medicina. Está ubicada en el lateral del antiguo Instituto Anatómico y tiene acceso independiente desde la calle. La Hispalense invirtió 300.000 euros en la adecuación de este espacio, que antes era utilizado por los forenses para practicar autopsias y como tanatorio del Hospital Virgen Macarena.

García Vázquez asegura que la demanda de alumnos que acuden estos días al campus Macarena a estudiar está cubierta a través de la biblioteca de la Facultad de Medicina, que cierra a las dos de la tarde, y un segundo espacio con 113 plazas abierto 24 horas, también en la sala multisusos del centro. "El personal del centro está controlando el aforo, y si se llena esta sala, abrimos otra anexa, la del Sadus, con 56 plazas", comenta el director de Infraestructuras de la Universidad. "Si estos días, con los exámenes de septiembre, la demanda aumenta y se llenan los dos espacios habilitados, abriremos otras aulas de la facultad en consenso con el decano, si es necesario, hasta que se solucione el problema".

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