movilidad · continuos incidentes en el sector

Ajustes de cuentas entre taxistas

  • La Guardia Civil investiga el ataque a un taxi que fue despintado con decapante y sufrió pinchazos en las ruedas Otro vehículo recibe varios huevazos en la parada del aeropuerto.

"Estamos viviendo una situación de terror. De verdadero pánico. Nos llaman por teléfono para decirnos que saben dónde tenemos el coche aparcado. Sabemos que cualquier día pueden pincharnos las ruedas. Lo hacen a diario. Hay quien denuncia y quien no. El Ayuntamiento está al tanto de todo, pero de momento no ha cambiado nada". Quien así habla es un taxista de Sevilla que prefiere no dar su nombre por temor a represalias. En las últimas semanas se han recrudecido los incidentes y ataques entre taxistas, un problema que padece el gremio desde hace décadas.

La Guardia Civil está investigando un ataque a un taxi ocurrido hace dos semanas en Mairena del Aljarafe. De noche, una o varias personas se acercaron a un vehículo que estaba aparcado cerca de la casa de su dueño y le aplicaron decapante en la carrocería, para despintarlo. Además, le pincharon las cuatro ruedas. El taxista descubrió los daños a la mañana siguiente y presentó una denuncia en el cuartel de la Guardia Civil de Mairena del Aljarafe. La reparación de la pintura cuesta más de 4.000 euros, mientras que los cuatro neumáticos nuevos le han costado 552 euros. A ello se le une el perjuicio de tener que delegar servicios que tenía ya concertados previamente.

Este taxista pertenece a la asociación Solidaridad del Taxi, que presta servicio actualmente en el aeropuerto de San Pablo, a la que históricamente se ha vinculado con los incidentes entre taxistas. En esta ocasión, sin embargo, el ataque se produjo fuera de la terminal, donde sigue habiendo altercados entre los conductores que prestan su servicio habitualmente en el aeropuerto y los que van a recoger clientes que tienen contratado el servicio previamente, que cuentan con un lugar habilitado y autorizado para poder aparcar el coche mientras van a por el cliente a la zona de llegadas.

Esta práctica no siempre es respetada por un grupo de taxistas que prestan servicio en el aeropuerto, que pretende imponer un monopolio y obligar a todos los clientes a pasar por la parada de taxis. Por ello, con cierta frecuencia se suceden los ataques a los taxis que aparcan en la parada de concertados.Este mismo martes se produjo uno de estos incidentes. Un taxista que iba a recoger al escritor Álex Rovira, que daba una conferencia en el hotel NH Collection, se encontró con el coche lleno de huevos cuando volvía con el cliente para llevarlo a su destino. En esta ocasión, al menos, no sufrió el pinchazo de las cuatro ruedas, algo que también ocurre habitualmente en esta parada. Recientemente ha habido al menos dos casos más en las últimas semanas.

Los continuos ataques, a los que el Ayuntamiento no pone remedio, se repiten desde hace años y la mayoría de los taxistas que no prestan servicio en el aeropuerto lamentan la impunidad con la que sus compañeros de gremio actúan. El taxista cuyo coche fue despintado con decapante asegura que no tiene pruebas para acusar a nadie y pide que la Guardia Civil investigue lo ocurrido. Este conductor tiene previsto acudir en los próximos días al Instituto del Taxi para denunciar también ahí lo ocurrido. El resto, sin embargo, considera que detrás de estos ataques están los taxistas del aeropuerto.

Algunos de los representantes del sector han expuesto el momento de tensión en el que viven a los responsables de la Delegación municipal de Movilidad y Seguridad, pero lamentan la inacción del Ayuntamiento de Sevilla. Muchos de estos taxistas consideran que la solución sería la imposición del turno rotatorio en el aeropuerto, en cumplimiento de una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que el gobierno municipal no ha querido ejecutar nunca. Esta medida acabaría con el monopolio que pretende imponer el grupo de taxistas que rinde en el aeropuerto.

Otra de las soluciones que contemplan pasa por un refuerzo de la presencia policial en la terminal. Actualmente sólo hay dos policías locales en el aeródromo y no siempre están fijos allí, dependiendo de las necesidades del servicio. Estos policías suelen dedicarse a garantizar que el acceso al aeropuerto esté fluido, por lo que no están presentes ni son testigos durante los ataques a los coches.

El Ayuntamiento ha anunciado que el nuevo organigrama de la Policía Local, en el que trabaja desde hace más de un año, contemplará una unidad especial de este cuerpo para el aeropuerto y las estaciones, pero de momento no se ha reforzado la presencia policial, ni siquiera cuando los autobuses de Tussam han sido apedreados en su ruta hacia San Pablo. "Vivimos con miedo, hoy he ido a comer fuera con mi mujer y cuando volvía al coche pensaba que podía estar pinchado. No podemos vivir en esta situación de tensión. ¿Qué pasará el día que un taxista vea a alguien pinchándole el coche?".

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