Los oficialistas del PSOE municipal (afines al secretario general de los socialistas, José Antonio Viera) lograron ayer su segunda victoria frente a los críticos en menos de dos semanas. La pugna tuvo lugar en el Pleno, donde el alcalde se vio forzado a ratificar el acuerdo de negociación colectiva con los sindicatos firmado por el concejal de Recursos Humanos, Emilio Carrillo, para su inclusión en los presupuestos del Ayuntamiento de 2009. La batalla previa la ganaron los vieristas la semana pasada tras frustrar -vía ejecutiva regional- el intento unilateral del alcalde de remodelar el grupo municipal socialista para debilitar a los concejales vieristas, liderados ahora por Carrillo.

Hasta ayer el gobierno municipal había expresado claramente a los sindicatos su determinación de rechazar este documento, que implica una inversión superior a los 19 millones de euros, por una "decisión política" interna. Sin embargo, Monteseirín no tuvo más remedio que dar marcha atrás ayer para salir al paso de las mociones que el PP y el propio Carrillo presentaron a debate de la Corporación por vía urgente. En caso de que cualquiera de ellas se hubiera votado, el posicionamiento a favor de los oficialistas hubiera dejado a los críticos, y al alcalde, en minoría, ya que cualquiera de las dos hubiera salido adelante por 22 votos (del PP y de los oficialistas del PSOE), lo que hubiera dejado sin apoyos suficientes a los críticos, incluso aunque tuvieran el aval de los ediles de IU.

A las 9:30 de ayer, Carrillo presentó en el registro municipal una moción sobre el acuerdo de la polémica con un texto idéntico al que finalmente aprobó de urgencia el gobierno local con la firma de los portavoces del PSOE y de IU, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis y Antonio Rodrigo Torrijos. Este dato se mantuvo ayer en secreto.

De haber prosperado la iniciativa plenaria de Carrillo, se habría visualizado la división interna de los socialistas en el Ayuntamiento, lo que también se hubiera producido si prosperaba la moción del PP en esta misma dirección. Así pues, la única salida para el alcalde fue dar marcha atrás, aunque camuflando la coyuntura a través de una iniciativa conjunta del gobierno local en favor de la inclusión en las cuentas del acuerdo de la negociación colectiva con los sindicatos.

La opción contraria hubiera dado cartas al PP, que probablemente, si hubiera querido tensar más el ambiente entre las dos familias del PSOE, hubiera intensificado la presión con la presentación de una hipotética moción de censura que, aunque no hubiera salido adelante, hubiera quemado al alcalde de cara a la opinión pública. Zoido ironizó ayer sobre la repentina marcha atrás de Monteseirín al retirar su propuesta: "No salgo de mi asombro", dijo ante el cambio de posición del alcalde respecto a la reivindicación de las cuatro secciones sindicales del Consistorio que el gobierno local no quería cumplir. Fue esta negativa la que motivó que éstas pidieran amparo al PP para que se debatiera este incumplimiento en el Pleno. "La próxima vez, cumplan", espetó Zoido a los críticos y se felicitó por que el "problema" se resolviera.

Sin explicar el cambio de postura, la edil de Hacienda, Nieves Hernández -afín a los críticos del PSOE-, dijo: "Los acuerdos se firmaron en un momento distinto al actual" (la mayoría son de marzo de 2008 y años precedentes) y defendió la necesidad de "respetar los acuerdos firmados". La edil socialista provocó los irónicos comentarios de los sindicalistas presentes en la sala cuando dijo en público que la propuesta laboral finalmente aprobada ayer "no es la misma" que plantearon los sindicatos ni la que presentó el PP.