Justicia

Las imágenes que describen la Justicia en Sevilla

  • Falta de espacio, basura acumulada junto a las oficinas judiciales, aparatos de aire acondicionado apilados junto a la escalera y unos calabozos que no reúnen las mínimas condiciones de salubridad definen la situación actual de los juzgados.

¿La Justicia en Sevilla es cutre? ¿Las instalaciones judiciales son dignas para los trabajadores que prestan servicio en ellas y para los ciudadanos que acuden a los juzgados y tribunales? Para responder a estas preguntas sólo hace falta recurrir al viejo tópico que sostiene que una imagen vale más que mil palabras. El epíteto "cutre" fue utilizado recientemente por el juez decano de Sevilla, Federico Jiménez Ballester, para definir el estado de las dependencias judiciales del Prado de San Sebastián, una expresión que llevó a la consejera de Justicia, Evangelina Naranjo, a comparar al magistrado con el dirigente político Pedro Pacheco y su célebre frase sobre la Justicia. La consejera dijo entonces que "no le hacía ningún favor al Estado" que un juez decano calificara como "cutre" la Justicia, pero basta con dar una vuelta por el inmueble para comprobar cómo se encuentra el mismo y la necesidad de proceder a una reforma integral.

Las fotografías que ilustran este reportaje están realizadas en el edificio judicial del Prado, que acoge los juzgados de Instrucción y de lo Penal que hay en la capital, así como los juzgados de guardia, y muestran el estado actual que presentan estas dependencias. Lo primero que se observa al efectuar un recorrido por las dependencias judiciales es la grave falta de espacio, que la Junta quiere aliviar ahora con la contratación de un edificio puente en la avenida de la Buhaira al que desplazará los juzgados de lo Penal. Esa falta de espacio se hace patente en los pasillos, donde la adquisición de armarios destinados a los juzgados ha limitado, aún más, el espacio para los usuarios, que en algunos casos ya ni siquiera pueden utilizar los bancos en la larga espera a la que tienen que enfrentarse cuando acuden al juzgado.

En el edificio también se acumulan una gran cantidad de objetos inútiles, como aparatos de aire acondicionado desechados, y el espacio destinado a archivo general está colapsado desde hace un año, lo que ha obligado a colocar archivos en dependencias reducidas donde trabajan los funcionarios.

Los calabozos que albergan a los detenidos presentan unas condiciones lamentables, con falta de ventilación y un gran olor a humedad, lo mismo que ocurre con los vestuarios del personal de seguridad, que comparten hombres y mujeres en unos aseos que hace años daban servicio al bar que estaba ubicado en el semisótano. También es fácil encontrar cajas de cartón amontonadas a las puertas del despacho de un secretario judicial, un cubo de fregona que se utiliza como improvisada papelera o el carrito de compra de los hipermercados donde se trasladan importantes y voluminosos sumarios.

El diccionario de la Real Academia define la palabra "cutre" como algo "pobre, descuidado, sucio o de mala calidad", adjetivos que describen la situación real del edificio del Prado de San Sebastián.

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