Desde que presentó su candidatura oficial para convertirse en Campus de Excelencia Internacional, los miembros de la Universidad de Sevilla no han parado de trabajar para presentar en este año un proyecto atractivo que la coloque en la lista de las más o menos 15 universidades que lograrán la tan ansiada calificación.

La intención no es baladí. Entrar en este grupo supondrá ser una de las universidades en las que el Gobierno, dentro de su plan Estrategia Universidad 2015, centrará su esfuerzo inversor para mejorar el prestigio internacional de los centros españoles. Una muestra: para empezar ya hay 150 millones de euros para repartir entre las elegidas. Como indicaba recientemente un portavoz universitario, "conseguir la calificación de Campus de Excelencia Internacional es como para una playa lograr la bandera azul; una vez que la tienes, comienzan a llegar los turistas".

Aunque la convocatoria admite la posibilidad de que dos universidades se unifiquen en una sola candidatura, la Hispalense -la segunda mayor de España después de la Complutense de Madrid- ha decidido presentarse en solitario. Como ha podido saber este periódico, la Universidad de Sevilla ya está ultimando los argumentos que pondrá sobre el tapete del Gobierno. Además de su tamaño e historia, pues tiene más de 500 años, se hará ver que la Hispalense es la tercera universidad en la producción y registro de patentes; la existencia de 400 grupos de investigación y la publicación de 1.000 artículos producidos por su personal en revistas de prestigio internacional; su política de fichaje de profesores de reconocida experiencia; la existencia entre sus filas de más de 4.000 investigadores; o el que tiene reconocidos 11 campos de alto impacto internacional -existen 22-, algunos tan estratégicos como el de la genética, la biomedicina o la aeronáutica.

Asimismo, desde la Hispalense se señala que la institución acoge centros de investigación de peso, muchos de ellos en colaboración con el CSIC: del Centro Nacional de Aceleradores, que es puntero en Europa, el Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa, el Instituto de Ciencias de Materiales o el Instituto de Investigaciones Químicas, por sólo citar algunos. También hará valer su condición de universidad esparcida por la ciudad, lo que le da un valor vertebrador.