La Policía Nacional comenzó ayer a inspeccionar la zanja de Camas en la que la familia de Marta del Castillo ha pedido que se busque a la joven desaparecida el 24 de enero. El comisario jefe de la Policía Judicial, Manuel Piedrabuena, y el jefe de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional en Sevilla visitaron ayer la zona en la que la familia sospecha que podría estar el cuerpo de Marta, en cumplimiento de la orden emitida el martes por el juez de Instrucción 4, Francisco de Asís de Molina, que pedía opinión a la Policía sobre la idoneidad de reabrir la zanja.

Además de estas inspecciones oculares, los agentes están contactando con empresas especializadas para saber si es posible reabrir la zanja, según expuso el director general de la Policía y la Guardia Civil, Francisco Velázquez, durante el acto de presentación de nuevos policías. Velázquez también avanzó que el informe solicitado por el juez será entregado "muy pronto", aunque no quiso pronunciarse sobre si la Policía debe buscar el cuerpo en este lugar o no.

Se trata de una zanja de unos veinte metros en la que se instaló un colector que desemboca en una acequia, distinto al antiguo cauce del arroyo Caño Ronco en el que ya se removió la tierra. La ex novia de Miguel Carcaño fue quien relató a la Policía que éste le había contado que había arrojado el cadáver de Marta en este sitio. Durante esta semana han declarado ante el Grupo de Menores de la Policía Nacional al menos siete vecinos de la barriada de Caño Ronco. Todos ellos han confirmado mediante fotografías que la zanja estaba abierta la noche en la que desapareció Marta del Castillo, la del 24 al 25 de enero.

Los responsables policiales que visitaron la zanja se encontraron ayer con el abuelo de Marta, José Antonio Casanueva, que pasó la mañana en Camas inspeccionando también la zanja. "Todavía no sabemos si se buscará o no aquí, están analizando la manera en la que podrían hacerlo. Espero que lo hagan porque no se pierde nada en reabrir la zanja. Eso supondría una tranquilidad para la familia. Si está, perfecto. Si no está, será una mentira más de tantas que han contado y nosotros nos quitaremos ese peso de encima", señaló el abuelo.