Son una minoría, pero en España se calcula que por cada 100.000 habitantes existen 15 personas incapaces de ver y escuchar. Algunos son sordomudos que han perdido la visión y otros son sordo-ciegos de nacimiento que sólo conocen el mundo que les rodea a través del tacto y del olfato. Hasta el momento no existía en España ningún centro especializado en este tipo de minusvalía múltiple pero la asociación Apascide, Asociación Española de Padres de Sordo ciegos, está construyendo en Sevilla el primer centro especializado en discapacitados sensoriales con problemas de comunicación.

La residencia estará destinada a jóvenes y adultos a partir de los 16 años y su objetivo será continuar la formación y la educación. Según explica Dolores Romero, presidenta de la asociación, "dependiendo del grado de la minusvalía se les intentará conseguir la mayor independencia posible a estás personas incapacitadas para valerse por sí solas".

El centro se está construyendo actualmente en la finca el Almuedano, cedida por el Arzobispado por 50 años renovables y situada en el término municipal de Salteras. La financiación ha corrido a cargo de la Junta de Andalucía, por el Plan E y por la Obra Social de Caja Sol. Previsiblemente estará terminado en marzo del 2010.

Dolores Romero comenta que el edificio necesita de unas particularidades específicas en su construcción, ya que debe adaptarse a las necesidades de los internos, muchos de los cuales deberán guiarse por el edificio a través del tacto palpando las paredes y por el olfato. En este sentido, cada habitación tendrá un pequeño huerto con flores que deberán cuidar los internos y que, a través de su olor, les indicará cual es su habitación. Además, cada espacio del centro deberá estar pintado de un color distinto para los internos que no hayan perdido la visión del todo, y deberá tener las paredes de diferentes texturas para facilitar la ubicación de los internos más graves.

El centro también tendrá una sala de estimulación sensorial, aparatos y sillones vibratorios y un spa, "que funcionará como sala de relajación y ocio", ya que, como explica Dolores Romero, "este tipo de minusválido necesita de los estímulos físicos para poder disfrutar.

La presidenta de la asociación explica que, al ser el primer centro de este tipo que se construye en el país, el 50% de las plazas serán para internos andaluces, aunque el resto de comunidades autónomas podrán optar al 50 % de las plazas restantes.

Según Dolores Romero, se han dado los primeros pasos, pero la residencia necesita mucho personal cualificado, ya que cada interno tendrá un mediador personalizado al que se le exigirá una formación muy especializada capaz de adecuarse al grado de minusvalía de cada interno.