Urbanismo La larga espera del proyecto Metropol Parasol que debía inaugurarse en junio de 2007

La Encarnación se atrasa a 2011

  • El Ayuntamiento admite por primera vez a los comerciantes del centro que la obra de las 'setas' se alargará más allá de 2010 · Desde junio de 2007 se han anunciado e incumplido cuatro fechas

Si nadie lo remedia, el proyecto Metropol Parasol va camino de tener un retraso superior al que sufrió la construcción de la línea 1 del Metro de Sevilla. El gobierno local ha desvelado oficialmente una de las dos incógnitas que sobrevuelan la Encarnación: que la fecha final de las obras de los seis parasoles se alargará con toda seguridad a 2011 por los problemas de presupuesto y de ajustes de sobrecoste entre la constructora Sacyr y el Consistorio. Así lo anunció en el pleno del distrito Casco Antiguo el delegado José Manuel García, que también es portavoz adjunto de IU, a preguntas de la asociación de comerciantes del centro en la sesión celebrada el miércoles pasado.

Según Enrique Arias, presidente del gremio, "es la primera vez que el Ayuntamiento reconoce de forma oficial que este año tampoco inaugurará el proyecto Metropol Parasol", lo que desbarata el último plazo que había anunciado la Gerencia de Urbanismo respecto a que el final de las setas tendría lugar "en los primeros meses de 2010". El delegado de asuntos urbanísticos, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis (PSOE), se encargó el verano pasado de recalcar a la prensa que esa fecha se mantenía, pero meses después se corrió un tupido velo sobre este particular cuando, durante la visita que giró en diciembre a la zona de obras, admitió que el cargamento de madera que falta para levantar la estructura aérea de las setas se encuentra apilado en Alemania pendiente de que la constructora y el Ayuntamiento resuelvan sus discrepancias sobre el reparto del sobrecoste de las obras.

Desde que trascendió este escollo presupuestario, el delegado de Urbanismo se ha limitado a hablar de la inauguración de Metropol Parasol con suma inconcreción de plazos. Ninguna palabra más allá de prometer que sería "en los próximos meses".

La respuesta a los comerciantes en el pleno del distrito centro ha llegado después de varios meses en los que el gremio de la Encarnación y de Ponce de León viene reclamando información sobre estas obras, así como que se le dé participación en las decisiones sobre este particular. Los comerciantes llegaron a denunciar el silencio municipal a su petición ante la oficina del Defensor del ciudadano, que dirige Francisco Romo, en el verano de 2009.

La historia del proyecto Metropol Parasol se está alargando demasiado desde que en 2004 empezó a gestarse. Ese año el arquitecto berlinés Jürgen Mayer ganó el concurso de ideas para recuperar el solar de la Encarnación, una pesadilla para los políticos, y convertirlo en un gran centro comercial con plaza elevada, mirador, restaurante y mercado de abastos.

Una vez que el proyecto del berlinés tomó forma y se adjudicó a la constructora Sacyr, se han anunciado cuatro fechas diferentes, correspondientes a cuatro años consecutivos, que han acabado incumpliéndose, en unos casos para mejorar la seguridad del proyecto (con el objetivo de engarzar con más fuerza las piezas de la estructura de madera) y en otros por cuestiones económicas.

Junio de 2007 fue el plazo oficial con el que se partió en origen y que se mantuvo mientras duraron los trabajos de cimentación de las setas. La segunda fecha que se anunció fue la primavera de 2008, a la que siguieron el último trimestre de 2009 y los primeros meses de 2010. Por ahora las obras acumulan un retraso de dos años y medio, que se tornarán en tres años y medio si se cumple la previsión de inaugurarlo en 2011.

La ilusión con que los comerciantes del mercado de abastos acogieron el proyecto de recuperación de la Encarnación se ha tornado en desesperación. Domingo, uno de los titulares más veteranos de los puestos de fruta, advertía la semana pasada a este periódico que le queda un año y medio para su jubilación y teme que, a este paso, no le dé tiempo siquiera a conocer la nueva sede del mercado.

El drama de estos placeros es que se han pasado tres décadas en el mercado provisional que se abrió a pocos metros en 1973, hoy envejecido y en mal estado, y algunos tendrán que jubilarse sin poder traspasar sus puestos, ya que el pliego de condiciones aprobado por el Ayuntamiento de Sevilla establece que una vez que se inicie el periodo de explotación de este complejo comercial de Metropol Parasol los puestos que vayan quedando vacantes pasarán al adjudicatario previa desafectación y cambio de uso. En definitiva, que todo apunta a que el mercado de abastos tradicional tiene los días contados, pese a que debía ser uno de los puntales del proyecto, como premio a la paciencia demostrada por sus comerciantes.

La constructora Sacyr dispone de un derecho de explotación por un plazo de 40 años de todos los elementos de la plaza diseñados por el alemán Jürgen Mayer.

La segunda incógnita que queda por desvelar es el coste definitivo que suponen las obras y si rebasa los 50 millones de euros.

A estas alturas y mientras se resuelve el entuerto de la madera y los sobrecostes, los operarios de Sacyr se centran en la urbanización de los alrededores de los parasoles y en completar otros detalles ajenos al recubrimiento de madera. Los desperfectos en los acabados de las zonas urbanizadas son otra asignatura pendiente, especialmente en la calle Regina.

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