La polémica por la suspensión de la huelga de Tussam no ha terminado. Un día después de que el vicepresidente de la empresa, Guillermo Gutiérrez, se viera obligado a presentar su dimisión -"por dignidad" y tras la intervención de la dirección regional del partido-, las diferencias entre el hasta ahora responsable de la empresa y su partido, donde ha militado en los últimos treinta años, se acentúan. Gutiérrez advirtió ayer al PSOE que su actuación con los sindicatos le pasará factura, a lo que el partido respondió con la intención de sentarse de nuevo con ellos todas las veces que sea necesario para salvar éste y otros conflictos laborales.

En concreto, fue el vicesecretario general del PSOE-A, Rafael Velasco, quien salió al frente de las críticas recibidas por Gutiérrez y también por la oposición, mostrándose "sorprendido". "No ha sido la primera vez ni será la última que el PSOE, como partido político, entable conversaciones con los sindicatos para encontrar soluciones a los conflictos".

Velasco explicó que no fueron los trabajadores que se concentraron el martes ante la caseta del PSOE los que pidieron una reunión con el partido, sino que fue éste quien se la ofreció,  "con lo que el partido no cede ante la presión de los sindicatos".   Del mismo modo, reveló que ha habido otras reuniones del PSOE provincial con los cuatro sindicatos con representación en Tussam, con lo que "no ha sido la primera ni será la última". 

Con rotundidad, Velasco advirtió que el partido no va a ceder ante las críticas y reiteró que el PSOE es "absolutamente riguroso con las instituciones" y manifestó que da la impresión de que las críticas quieren "ahondar" en la posible privatización del servicio de la empresa, a lo que lo que el partido "se opone".

Por su parte, el ex vicepresidente de Tussam, Guillermo Gutiérrez, se disculpó ayer con la ciudadanía de la ciudad hispalense tras el conflicto. En una carta abierta, Gutiérrez señaló que en esta "batalla contra la sinrazón" unos "teníamos que aguantar pitos e insultos y vosotros retrasos e incomodidades". "La ciudadanía ha cumplido magníficamente pero no todas las partes que teníamos que aguantar insultos hemos cumplido", añadió. En este sentido, Gutiérrez se encargó de dejar claro en su misiva que "obviamente no me estoy refiriendo al Ayuntamiento, que los ha soportado antes y durante la Feria, incluyendo manifestaciones en la puerta de la caseta municipal". 

El ex vicepresidente aludió directamente a "todos aquellos que decidieron aguantar estoicamente retrasos de los autobuses y habéis puesto vuestro granito de arena para acabar de una vez con la costumbre de usaros como rehenes". "Al final, y cuando quedaba muy poco tiempo para ganar la batalla, os hemos fallado y lo lamento muy profundamente; por la parte de responsabilidad que tengo en ese fallo les pido a todos humildemente perdón", finalizó Gutiérrez.

Un argumento de más de 660 euros para desconvocar

Guillermo Gutiérrez compareció el pasado miércoles, pues los conductores no estaban dispuestos a perder sueldo. El sueldo medio de un conductor por una semana de trabajo es de 424,87 euros si tiene turno rotativo; 496,72 si tiene turno partido; y 476,91 si el turno es nocturno. Por el día festivo de Feria se les paga 202,18 euros, además de 13,10 por trabajar el sábado y 33,85 si lo hace en domingo. Hay también una prima especial por la asistencia en los días de Feria, que se pierde si se falta un solo día, pero que se puede recuperar si al final de año el trabajador no se ha ausentado más de 10 días. Esta prima, de 253,87 euros, es la que han perdido los conductores en huelga el martes de Feria. Si hubieran hecho huelga toda la semana hubieran perdido otra prima trimestral de 218,31 euros.