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Los perjudicados por el recorte

  • Los pensionistas con más de 40 años cotizados no dan crédito a la congelación de pensiones y piden al PSOE otro gestor mejor que Zapatero · Los funcionarios proponen que se ataje antes el "despilfarro"

El malestar por los recortes del Gobierno central es enorme entre pensionistas y funcionarios, y también ha dejado descolocadas a familias con pocos recursos que pensaban tener más hijos. En la asociación de la tercera edad (Club La Paloma) de la barriada de la Oliva, de tradición obrera, un grupo de jubilados que han cotizado por encima de los 40 años recalcan que es injusto que el Gobierno de Zapatero quiera quitarles lo que se han ganado trabajando duro desde que eran niños (de la Posguerra), y culpan al presidente de "mala administración" de los fondos públicos y de imprevisión total. Opinan el líder José Corona (ex graduado social), José Acal (ex carnicero), Basilio Vigil y Alfonso Quevedo (ex mecánicos), Manuel Serna (ex empleado de Hytasa) y Manuel Ramos (ex albañil de Morón), cuyas pensiones oscilan entre los 789 euros del último y los 1.200 del primero.

Corona recalca "el miedo" de todos a la incertidumbre de si habrá también bajada de pensiones, además de congelación, y si esto es sólo el principio... Como votantes tradicionales de izquierda, admiten que la medida puede pasar factura electoral a Zapatero. "Hay mayores que siguen diciendo que votan a Felipe, aunque ya no esté, pero para otros estas cuestiones pueden hacer cambiar su voto", explica Corona. Políticamente piden sin tapujos que Zapatero se vaya y que el PSOE ponga a otro líder con "la cabeza mejor amueblada y más capacitado" que sepa gestionar bien (citan a María Teresa Fernández de la Vega). "No criticamos al PSOE; es el Gobierno el que lo ha hecho mal. Queremos que la cosa vaya bien y si Zapatero no vale, que pongan a otro", destacan antes de recordar que el ex ministro Solbes ya dijo claramente, antes de su salida del Gobierno, que no había dinero para el cheque-bebé. Los pensionistas exigen que se respete el Pacto de Toledo y se busque ahorro por otro lado: que Hacienda controle el fraude "para que los de la banca no sean cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres", que los políticos y banqueros se bajen los sueldos, y que se frene de una vez el despilfarro del dinero público en obras y empleos innecesarios. Citan la Encarnación, el Prado y el Palacio de San Telmo en Sevilla.

Entre los funcionarios, como el enfermero Guillermo Arrans, la crítica más feroz también apunta a que se recorte a los funcionarios sólo después de atajar el "despilfarro" de dinero público. Los profesionales de la Salud consideran que debería tenerse en cuenta que trabajan con la vida de las personas antes de equiparar su recorte al resto de funcionarios. Con una experiencia de 19 años cobra unos 2.000 euros. La incertidumbre es saber si se le bajará el sueldo o también los complementos que suponen un tercio del salario.

El fin del cheque-bebé de 2.500 euros ha perjudicado a familias, como la de Trini Chaves, peluquera en paro, que pensaba en el tercer hijo. Los perjudicados sabrán los detalles del recorte tras el Consejo de Ministros del jueves 20.

Guillermo Arrans. Enfermero: "Mi trabajo no vale un 5% menos que antes"

Guillermo Arrans, enfermero desde hace 19 años, casado y con dos hijos, se esperaba la congelación del salario, pero no la bajada del 5% de sueldo, sobre todo habiendo "tanto despilfarro" que se puede atajar. "Se veía venir, con un despilfarro tan completo, que algún día empezarían por nosotros", afirma. Denuncia el dinero que se gasta la Sanidad pública en premiar por cada transplante, por reducir la lista de espera de pacientes, y por los cursos. Se cobra más hasta por pasar el enfermo a la tarde, critica. En su caso, le preocupa saber si el recorte afectará también a los complementos que suponen un tercio de su nómina y la de su mujer, Victoria Vega, también enfermera. "Me fastidia la medida del Gobierno porque mi trabajo no vale un 5% menos de lo que valía antes. En Sanidad trabajamos con personas y no podemos decir hasta aquí llego", afirma antes de aclarar que sus hijos (Isabel de 9 años y Jesús de 6 años) no notarán que hay menos dinero en casa porque su familia no vive al día y, gracias a un estilo de vida ahorrativo, ya pagaron la hipoteca.

Trini Chaves. Peluquera en paro: "Sin cheque-bebé no vendrá un tercer hijo"

Trini Chaves y Francisco Javier Montero renuncian a un tercer hijo porque ella está en paro y no tendrán los 2.500 euros del cheque-bebé que les vino tan bien con su segunda hija, Laura (casi 2 años). "Ahora te piensas tener un tercero. Esta ayuda no es ninguna tontería para las familias con un único sueldo, como nosotros. Los 2.500 euros me dieron para estirarlos casi todo un invierno en compra de ropa, pañales, leche, medicinas... Me sirvieron para mucho porque yo estaba sin trabajar", cuenta Trini mientras revisa los cheques-ahorro de un hipermercado con amplios descuentos en potitos y artículos de perfumeria. Esta mujer de 35 años ve mal que el Gobierno haya dado este dinero sin considerar la renta y cree que lo justo sería mantener la ayuda a los padres que lo necesitan. En su casa entra sólo el sueldo de Francisco Javier, empleado de flexografía (impresión). Ella empezó de peluquera a los 16 y con 33 dejó de trabajar para cuidar a su hija. "Estamos más que achuchados, casi ni llegamos a fin de mes. Al menos el piso es de protección y pagamos poco", suspira.

José Corona. Pensionista: "Me molesta porque trabajé desde niño"

José Corona, de 77 años y graduado social de profesión ya jubilado, al igual que muchos de su generación, están muy molestos con la congelación de las pensiones porque empezaron a trabajar desde niños (los duros años de la Posguerra) y recalcan que han pagado con creces la paga que ahora les corresponde. "Es una barbaridad lo que ha hecho este Gobierno de Zapatero y muy precipitado. Me molesta que no me suban la pensión porque la necesito y porque llevo cotizados 47,5 años puesto que cuando empecé a trabajar era un niño", se queja con toda la razón desde la sede del Club La Paloma, la asociación de la tercera edad que preside en la barriada de la Oliva (Polígono Sur). Empezó muy niño a trabajar con un panadero que le daba un dinerillo y algunos bollos. Con 12 años pasó a ayudar en el despacho de un notario; con 18 en la empresa estatal Patrimonio Forestal, a continuación en una empresa de neumáticos, en otra catalana ("ahí me hiceron trabajar duro") y sus últimos 20 años en la Diputación de Sevilla. Seis empleos diferentes. Su cabreo personal se extiende también a su familia porque sus tres hijos son todos funcionarios, por lo que también resultarán afectados por la rebaja salarial media del 5% anunciada por Zapatero. En opinión de José Corona, también es muy sangrante que el Gobierno no haya tenido en cuenta que buena parte de los pensionistas ayudan a sus hijos parados, o con escasos recursos, a salir adelante. "Zapatero ha visto lo que le es más fácil y ahí ha metido la pluma, pero hay otras prioridades para ahorrar: que se controle mejor el fraude", pide.

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