La juez de Instrucción 17 de Sevilla envió ayer a prisión a Borja Benítez Ocaña, el joven de 23 años que violó y mató a su vecina Efigenia Gómez León, de 78, la mañana del pasado domingo 6 de junio. La juez le imputa un delito de asesinato y dos de agresión sexual, puesto que el cadáver de la víctima presentaba signos de violación vaginal y anal, además de 21 puñaladas. El presunto autor del crimen declaró ayer ante la magistada encargada del caso, a la que aseguró que no recuerda nada de lo ocurrido por haber pasado toda la noche consumiendo drogas.

Los hechos ocurrieron a las diez de la mañana del domingo en el bloque 3 de la calle Ciudad de Oliva, en el Parque Alcosa. Según el testimonio del detenido, había pasado toda la noche previa en una fiesta de música electrónica que se celebró en el Estadio de la Cartuja. Allí consumió diversas sustancias estupefacientes, entre ellas éxtasis y LSD. Un amigo lo dejó en su casa a las diez de la mañana. El joven no esclareció lo que ocurrió cuando entró en el bloque y se cruzó con la víctima, Efigenia Gómez León, vecina del primero.

Según su relato, no recuerda nada de lo que pasó y su primer momento de lucidez es ya del domingo por la tarde, cuando se despertó y vio que tenía la ropa y las piernas llenas de sangre. Según han explicado varios testigos durante estos días,Borja llamó al amigo con el que había pasado la noche y le relató que había matado a la vecina del primero a él y a su madre. Esta mujer llamó al padre de Borja, quien regresaba de pasar un fin de semana en la playa y llevó a su hijo a la comisaría de la Policía Local en Sevilla Este.

Ya desde entonces el joven mantiene su versión de que no recuerda nada de lo ocurrido. Lo que sí ha certificado el examen forense del cadáver es que la mujer fue sometida a dos agresiones sexuales y recibió 21 puñaladas, la mayoría de ellas en el cuello. El cuerpo se hallaba semidesnudo y sin ropa interior en uno de los dormitorios de la casa. Unas joyas de la víctima aparecieron también en el suelo junto al cadáver. La entrada de la casa no estaba forzada, por lo que la Policía cree que Efigenia abrió la puerta de manera voluntaria a su asesino, si bien la secuencia posterior hasta el crimen es todavía un misterio.

El joven se deshizo del cuchillo de cocina con el que mató a su vecina arrojándolo a unos contenedores de basura situados junto al centro de salud del barrio, a un centenar de metros a la espalda del bloque de la calle Ciudad de Oliva en el que ocurrieron los hechos. Borja Benítez Ocaña se encuentra ya en prisión preventiva después de pasar alrededor de hora y media declarando ante la juez de Instrucción 17, Pilar Llorente.

El joven fue trasladado hasta los juzgados sobre las once y media de la mañana, custodiado por dos policías nacionales, esposado con las manos a la espalda y con el rostro cubierto por una sudadera, que se quitó nada más entrar por la puerta del Palacio de Justicia. Borja aseguró a la juez que no consume drogas de manera habitual, pero que lo hacía de manera ocasional cuando salía con los amigos. Igualmente, negó haber tenido algún problema de convivencia anterior al crimen con la víctima.