"Estoy seguro de que el 99% de los inmigrantes que residen en Sevilla no votarán al PP". Así de tajante se muestra Demba Mbaye-Samb, senegalés de 47 años y afiliado al PSOE desde hace dos, que cree que la inmensa mayoría de extranjeros que votarán en las próximas elecciones municipales de mayo de 2011 le darán la espalda al candidato popular, Juan Ignacio Zoido. "Mucha gente piensa que si el PP se hace con el gobierno local los van a echar del país. Este partido transmite mucha inseguridad", explica Demba. Este mediador intercultural llegó hace 29 años a España y asevera que el voto inmigrante se repartirá entre PSOE e IU. "Son los que más reconocen nuestros derechos", afirma el senegalés.

Al igual que Demba, la trabajadora social Kaoutar Boughlala opina que la izquierda es más favorable para los intereses inmigrantes. Esta marroquí de 36 años lleva más de una década en Sevilla y actualmente trabaja en Codenaf, una ONG de cooperación y desarrollo con el norte de África.

Kaoutar reconoce que en los comicios locales se abstendrá. "Se que IU no ganará, y ni el PP ni el PSOE me convencen para nada", comenta. Según la trabajadora social, el futuro alcalde de Sevilla debería luchar por la igualdad de trato con los inmigrantes. "No queremos que se nos considere como ciudadanos de segunda", explica.

Quien nunca ha sentido xenofobia hacia ella es Guadalupe Solarzano, una mexicana de 48 años que lleva siete viviendo en Sevilla. "Nunca me he sentido despreciada. Los sevillanos han sido siempre muy educados conmigo", asegura. Guadalupe es la presidenta de la Asociación Mexicana en Andalucía y, aunque afirma conocer a los candidatos que optan a la Alcaldía de Sevilla, aclara que aún no ha decidido su voto. "Esperaré a conocer mejor las propuestas de cada uno para decidirme", dice.

Su compatriota Arminia Canales tiene 50 años y 25 de ellos los ha vivido en Sevilla, donde ha creado una empresa de catering de comida mexicana y un mariachi. Es la fundadora de la asociación que preside Guadalupe. "Tampoco he decidido mi voto, aunque me inclinaré hacia el que vaya a mejorar el bienestar social y el que disminuya el paro", comenta Arminia, quien nunca ha tenido problemas por ser de otro país. "A los sevillanos les encanta México, y eso se nota".

Aunque ellas conocen perfectamente a los candidatos de los partidos políticos que tienen opciones de ganar las elecciones en Sevilla, no todos los inmigrantes se encuentran en la misma situación. Es el caso de Mina Rouch, una marroquí que garantiza que su voto irá al PSOE. "Aunque no se quién es Juan Espadas, tengo claro que votaré a su partido porque me inspira más confianza", afirma esta doctora que lleva en Sevilla 20 años. Mina dice que dentro del Partido Socialista "hay gente muy válida" y espera que Espadas "sepa llevar las cosas adelante". Con la misma seguridad con la que comenta su intención de voto, la marroquí señala que jamás votaría al PP. "No creo en ellos. Utilizan la inmigración como moneda de cambio".

Actualmente hay muchos inmigrantes en Sevilla que se encuentran tramitando su nacionalidad española para, entre otras cosas, poder votar en las elecciones municipales. La boliviana Isabel Gutiérrez y su marido forman parte de ellos. A sus 52 años, esta ayudante de cocina lleva seis viviendo en el barrio de la Macarena, donde residen gran parte de los extranjeros que han llegado a la capital andaluza. Tiene claro que para gobernar Sevilla quiere "una persona que esté bien preparada". Aun así, Isabel todavía no sabe a qué partido político votará.

"Al futuro alcalde le pediría algo que creo que la mayoría de inmigrantes demandan: trabajo e igualdad de oportunidades para todos", declara. Aunque esta mujer aún no se ha decantado por ningún candidato, asegura que los inmigrantes en España se han salvado gracias al actual presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. "El PP es un partido que nos quiere fuera del país", opina Isabel.

Aunque algunos formen parte del PP, otros del PSOE y bastantes de ellos tengan muy claro hacia qué partido irá su voto, muchos son los inmigrantes que todavía no tienen claro a qué candidato apoyarán. Además, gran parte de estas personas no podrán ejercer el voto por no reunir las condiciones que exige la legislatura española.